Primer daño colateral del decretazo: la seguridad aérea
El sindicato de controladores confiesa que hubo un “caos en el aire espeluznante” el pasado domingo en Barajas
Acusa a AENA de obligar a hacer un vuelo de calibración sin previo aviso poniendo en riesgo la seguridad aérea
El pasado domingo se produjo “un caos en el aire espeluznante” en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, debido a que la dirección de Aena obligó a hacer un vuelo de calibración sin previo aviso. Así de contundente ha mostrado Rafael López, secretario de comunicación de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca).
Mañana se reúnen por primera vez la dirección de Aena y varios representantes del sindicato, tras la aprobación el pasado viernes por parte del Gobierno del real decreto ley, que cambió las reglas del convenio colectivo, que data de 1999.
López vino a decir que Aena puso en juego el riesgo en la seguridad aérea. Para ello, explicó que los vuelos de calibración se hacen cada seis meses o un año, pero que esta operación se efectuó “sin previa programación y personal adecuado”, lo que obligó a que varios aviones estuviesen dando vueltas en el aire sin poder aterrizar, incluso una aaeronave tuvo que ser desviada a Valencia.
El portavoz del sindicato señaló que Aena está tomando decisiones “que dificultan la operatividad de nuestro trabajo, cuya esencia es la seguridad”. Apuntó que este tipo de operaciones no se pueden hacer “sólo con criterios de reducción de costes” y sin contar con la programación adecuada.
López no quiso desvelar de donde nació la decisión, pero llegó a decir que “si en cada decisión que un controlador toma se desprecia su conocimiento, pués que pongan muñecos”. También dijo que varios compañeros se fueron a casa el pasado domingo después del trabajo muy nerviosos “por el sobre esfuerzo realizado contra el desarrollo normal de la operatividad, ya que no se utilizaron criterios técnicos”.
Usca defiende ahora su profesionalidad en la organización del trabajo, frente a la bajada de sueldos aplicada desde el Ministerio de Fomento, pese a que ha sido una de las principales discrepancias entre ambas partes negociadoras y que llevaron a la ruptura unilateral por parte de Aena.
López se pregunta hasta qué punto los controladores tienen capacidad decisoria, pese a contar con la licencia, “ya que pesa sobre nuestra espalda la espada de Damoclés”.
La máxima que Aena les ha dado, defendió, es la puntualidad. Algo que no siempre se puede cumplir, porque hasta en el aeropuerto británico de Heathrow “se producen muchas veces retrasos por la propia operatividad”.
Defendió que los tres principios de la navegación aérea son la seguridad, el orden y la fluidez. Y que en todo caso, hay que sacrificar la fluidez. La única autocrítica que López hizo respecto al colectivo de controladores es que había haber pedido a los distintos ministros de Fomento y a los diferentes presidentes de Aena más personal en lugar de cubrir estos puestos “con ingentes cantidades de dinero” a base de casi 600 horas fuera de la jornada obligatoria y las horas extras. “Teníamos que haber sido más firmes en el pasado, ya que no se trataba sólo de poner dinero encima de la mesa”. Y matizó: “la culpa es de ambas partes”.
Además, aprovechó el desayuno en la Asociación de Periodistas de Información Económica para calificar el servicio Afis, que el Gobierno pretende implantar en los aeropuertos de menor tráfico, como un servicio degradado “cuya responsabilidad a la hora de aterrizar y despegar cae íntegramente en el piloto”. Y concluyó: “no puede haber ciudadanos de primera y de segunda, cuando se trata de ofrecer un servicio público”.
Acusa a AENA de obligar a hacer un vuelo de calibración sin previo aviso poniendo en riesgo la seguridad aérea
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Primer “daño colateral”, 48 horas después del Decretazo: Tensión en Barajas
Lo que no tenía que suceder, esta sucediendo. La tensión va creciendo entre los profesionales del centro control del ACC de Torrejón y de Barajas, y el Área de Gestión de AENA, que han asumido la potestad que hasta ahora tenían los controladores, como la decisión de configuración de pistas o la regulación de tráficos. El “Decretazo”, esta imponiéndose a los criterios de seguridad, algo que no tenía contemplado el Plan de Crisis del proveedor de servicios de Fomento, AENA. Cuando las decisiones políticas comienzan a superponerse a los criterios técnicos y operativos, se crean situaciones que a los técnicos responsables (en este caso ATCs) les ponen los pelos de punta, con técnico conocimiento de causa.
Según fuentes de Aviaciondigit@l, quién esta dando las órdenes, es el personal de la estructura de AENA, gente afín al Staff, sin habilitación operativa en algunos casos-por no decir en todos-, por encima de supervisores y jefes de sala-como se hace habitualmente-, siguiendo las órdenes de los mandos jerárquicos directos, y éstos del estamento político.
Ayer en el Centro de Control de Torrejón (ACC), se recibieron presiones para que se abrieran hasta diez sectores simultaneamente, a pesar de no disponer del personal necesario. Las consecuencias fueron: aviones haciendo esperas, tensión frente a las consolas de los controladores y el Supervisor del Centro apunto de estallar. Finalmente la cordura imperó y se abrieron unicamente 6 sectores.
Pero hoy domingo, lejos de calmarse los ánimos, la tensión ha seguido durante todo el día, con cambios aleatorios en la configuración de las pistas, agravándose por los vuelos de calibración (mantenimiento) que se estaban realizando en la pista 18L (18 izquierda) y que estaban afectando a los despegues de la 15R (15 derecha) y al área de bloqueo (en el caso de que coincida un despegue de la 15R y una frustrada de la 18L). La propia responsable de Navegación Área, Carmen Librero, ha pedido explicaciones al Jefe de Torre y a la Jefa de Sala, y según ha podido conocer Aviaciondigit@l, las amenazas de EXPEDIENTE han salido a relucir. Según han indicado a AD fuentes consultadas, lo que pretenden es “tomar rehenes” con expedientes, para forzar en una hipotética negociación laboral. Manifestaron que un vuelo de calibración “sería una ocasión excelente”, para poder llevar a cabo esto. Es una especie de señuelo…
Los gestores de AENA han decidido unilateral e inexplicablemente dar prioridad al vuelo de calibración, frente a los vuelos comerciales con destino Barajas, con lo que éstos han tenido que hacer esperas.
Después, no se ha regulado el número de despegues de Barajas (la denominada en el argot “Barra libre”), con lo que los controladores no daban abasto y los pilotos no salían de su asombro. Además, se efectuaron cambios de pista, a instancias del Area del Gestión de AENA, con las rodaduras saturadas y algunas situaciones que podríamos denominar “delicadas”, desde el punto de vista de el control. Los aviones mientras, se iban acomulando innecesariamente en los puntos de espera.
La situación, intentándola objetivizar al máximo, llegaba al extremo literalmente ante la impotencia de la situación, y la amenaza de ser expedientada de la Jefa de Sala en Barajas, y a unos kilómetros de allí un Supervisor del ACC de Torrejón de Ardoz teniendo que abandonar la sala presa de una crisis nerviosa, según nos han indicado diversas fuentas en esta frenética tarde-noche de hoy domingo.