Paulino Rivero usa helicópteros de salvamento para "usos irregulares"
La ´emergencia´ del presidente
Una llamada alertó a Los Rodeos de que Rivero usaba un helicóptero del 112 de emergencias para viajar a Gando. Los controladores critican el uso «irregular» de la aeronave
ANTONIO HERRERO -DANIEL MILLET | SANTA CRUZ DE TENERIFE
El presidente del Gobierno, Paulino Rivero, se sube a las 10.40 horas del pasado lunes día 8 en un helicóptero Bell 412 del servicio de emergencias 112 del Ejecutivo regional para irse aprisa a Las Palmas después de un desayuno en Santa Cruz con responsables de los medios de comunicación de Tenerife. La apretada agenda hace que Rivero se decida por el helicóptero en vez de por un vuelo regular en avión: a las 11.30 hay inauguración de una escuela en San Juan de Dios y a las 12, colocación de la primera piedra de 114 viviendas en Tamaraceite con la asistencia de la ministra Beatriz Corredor.
Rivero ya ha usado este helicóptero en decenas de ocasiones, pero el lunes una cadena de circunstancias saca a la luz por primera vez estos vuelos y, lo más significativo, el uso «irregular», siempre según los expertos consultados por este diario, de un servicio restringido a casos de emergencia, lo que pone en un brete al presidente. Fue el mismo Rivero el que inconscientemente ayudó a alimentar la polémica al protestar dos días después por el retraso de un accidentado desplazamiento que terminaría deparando tantas sorpresas y le impediría finalmente acudir a los actos mencionados.
«El retraso en el aterrizaje lesionó el interés general de los canarios, ya que Canarias tiene una realidad física que es la que es y el presidente tiene que trabajar en todas las islas y para ello es imposible desplazarse siempre en avión». El mandatario llegó a ir más allá al nombrar entre esas incidencias los retrasos en los aeropuertos, como los de diciembre, que él atribuyó entre otras cosas a las «huelgas de celo» de los controladores.
¿Había sido una venganza de este colectivo por las críticas reiteradas y contundentes de Rivero contra ellos, como se ha llegado a especular? La respuesta de los controladores fue inmediata: ya no sólo no había sido una venganza, sino que el problema radicaba básicamente en que Presidencia había estado empleando «de forma irregular» para desplazar a su máximo responsable un servicio reservado reglamentariamente a urgencias y rescates.
Según la nota de prensa aclaratoria de la Unión Sindical de Controladores Aéreos, lo ocurrido se resume de la siguiente manera: el aparato espera para su despegue una media hora por la intensa neblina y tras hacerlo, la sala de Los Rodeos detecta, previa consulta con el comandante, que está volando con un indicativo (AH) para emergencias que no se corresponde con el reservado a desplazamientos de autoridades (STS), con lo que la sala de Gando solicita al comandante un nuevo plan de vuelo. El nuevo plan, obligado por las normativas, es comunicado en 7 minutos y el helicóptero termina invirtiendo 41 minutos en llegar, mucho más tarde de lo previsto, sobre el mediodía, al aeropuerto de Gran Canaria.
Entre 40 y 50 más. El Ejecutivo ha pedido una investigación a AENA. Una de las cuestiones en el aire es saber por qué Los Rodeos detecta la «irregularidad». Fuentes de la investigación confirmaron a La Opinión de Tenerife que «se trató de una llamada de alguien que advirtió que en el helicóptero viajaba el presidente y no un herido grave. Se trasladó la queja y se vio que era así». ¿Se trataba de la primera vez? Las mismas fuentes precisaron que no, porque este Bell 412 y los otros cuatro aparatos de que dispone el 112 sólo viajan con indicativo de emergencia, al ser la única actividad que figura en el contrato del Gobierno. Es más, añadieron que Rivero realiza al año entre 40 y 50 desplazamientos en estos helicópteros, dato no desmentido por Presidencia.
Diferentes normativas delimitan el uso de estas aeronaves que tienen prioridad absoluta en el espacio aéreo. El Reglamento de Circulación Aérea especifica sobre estas operaciones especiales que sólo las pueden efectuar helicópteros de los cuerpos de seguridad del Estado, del Ejército y de los servicios de emergencia y salvamento. «Los operadores que realicen estas misiones deberán elaborar una Carta de Acuerdo en la que se establezcan los criterios de la operación». El Bell 412 viajaba con este indicativo especial el pasado lunes, pero la naturaleza real no era la de una emergencia, con lo que tenía que haberse empleado otro helicóptero y el indicativo STS para VIPs, sujeto también a restricciones sobre cuáles altos cargos la pueden utilizar. Por ejemplo, un alcalde no está habilitado.
Un portavoz de Presidencia admitió que Rivero había efectuado otros desplazamientos similares –sin aclarar cuántos ni en qué circunstancias–, si bien siempre se hicieron de forma «extraordinaria» y «para cumplir la intensa agenda». Esta fuente recordó que la gran mayoría de desplazamientos «los hace a través de vuelos regulares en avión» y que «se espera el resultado de la investigación» para analizar qué ocurrió. Por contra, controladores y pilotos consultados creen que estas prácticas son «irregulares» y «se hacen en contra de la legislación aeronáutica». Eso sí, enfatizaron que el primer responsable del vuelo «es siempre el comandante».
¿Y si llega a haber una urgencia?
«Imagine que hay una emergencia, se requiere a ese helicóptero del 112 en el que iba el presidente y hay que esperar que regrese, se prepare y vuelva a despegar. ¿Cuánto tiempo pasaría? ¿No afectaría ese retraso a la emergencia? La pregunta se responde por sí sola».
Eso opina un controlador consultado, que recuerda que precisamente los cinco helicópteros incorporados por el Gobierno de Canarias fueron alabados, en su presentación en 2006 como parte del operativo del 112, «por su rápida operatividad». Hay una aeronave desde entonces en Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, El Hierro y La Palma circunscritas, tal y como figura en el contrato, a las tareas de «emergencias, protección civil, vigilancia, búsqueda de personas desaparecidas, rescates de personas atrapadas, localización y extinción de incendios, atención a emergencias en el mar y atención y evacuación de personas enfermas y accidentadas». Los cinco helicópteros de diferentes modelos comenzaron a operar en noviembre de 2006 a través de un concurso de 8 años por un valor total de 39.866.659 euros, adjudicado a la UTE formada por Heli-Air Canarias SL, Foresman SA y Helicópteros del Sureste SA. El hecho de que los aparatos fueran siempre con el indicativo de emergencia (AH), por la propia naturaleza de su actividad, hizo que hasta el lunes los controladores no lo verificaran. Hasta que llegó la llamada del lunes a la sala de Los Rodeos que alertó de que esta vez no era una emergencia.
http://www.laopinion.es/canarias/2010/02/16/emergencia-presidente/271569.html