Blanco se inspiró en Bush para su decreto anticontroladores (2)
Andrés Velázquez
El ex presidente Bush utilizó la misma estrategia: tensar la cuerda en las negociaciones, decretazo para asustar y poder negociar un convenio más favorable.
AENA aceptó este miércoles considerar el decretazo de los controladores como temporal hasta que se firme un nuevo convenio. Los controladores plantean una estrategia judicial hiperactiva. La isla de la Gomera podría quedarse sin aviones de pasajeros. El aeropuerto de Huesca recibió 600 pasajeros en 2009.
Bush es el enemigo número uno del Gobierno Zapatero. Sin embargo, la estrategia del ex presidente americano para resolver su conflicto con los controladores sirvió de inspiración a Blanco. Quizás es que Mc Kinsey ha servido de asesora en ambos casos. Quizás. El caso es que la estrategia de Bush consistió en tensar su posición en las negociaciones para posteriormente lanzar un ‘decretazo’ que les diera margen en la negociación.
Es exactamente la estrategia de Blanco. Las posiciones en la mesa de negociación fueron de menos a más, cuando lo razonable es lo inverso. Un martes se levantaron de la mesa y el viernes 5 de febrero, decretazo. A partir de ahí, interpretación libre del decreto para machacar la moral de los controladores y llevarles a firmar un nuevo convenio colectivo que jamás habrían firmado en condiciones normales. Toda una guerra psicológica.
La estrategia ha funcionado a la perfección. Blanco tuvo la suerte de que su ‘decretazo’ coincidiera con el caos de una semana en la que España comunicaba a Bruselas su plan de estabilidad, ese que tuvo que corregir sobre la marcha. Esos días se producía además la fiebre vendedora de deuda española y la tormenta financiera. Frente al caos, Blanco aparecía ante la opinión pública como el único que era capaz de solucionar problemas.
El problema es el “cómo”. Muchos criticaron del Ejecutivo Aznar la ‘solución’ del problema de los inmigrantes. Ya saben, la sedación y repatriación. “Teníamos un problema y lo hemos solucionado”. La historia se repite. Porque el decretazo Blanco supone toda una patada en la puerta al Estatuto de los Trabajadores. Y los controladores son trabajadores por cuenta ajena de un Ente Público. Mimados, pero trabajadores.
Así que aunque Blanco presume de seguridad en el fallo de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, la estrategia de los controladores es la hiperactividad judicial. La misma estrategia seguida por Galán para defenderse de EDF y por Pizarro en la defensa de Endesa. Además del recurso ante la AN, cada unidad organizativa está denunciando el decreto en los tribunales superiores de Justicia. Pero además, se presentarán recursos individuales por afectar a la planificación propia del trabajo. Hasta el 5 de febrero, AENA fijaba los turnos con tres meses de anticipación, de manera que cada controlador podía organizar su vida. Los separados podían fijar el calendario de visitas de sus hijos, etc. Ahora los turnos se publican con 10 días de anticipación. Pero es que además, todos deben de estar disponibles por si el servicio lo requiere. En caso de no acudir, se abriría expediente.
Los controladores optaron por no hacer ruido. Pero eso no significa que hayan estado quietos. Así que puede que la estrategia de Blanco se le vuelva en su contra. Puede que algún juzgado les dé la razón a los controladores. De momento, hay varios gestos de marcha atrás. El primero, una enmienda del propio PSOE a su decreto en la que pedía que se eliminara de la redacción la mención a la “especial urgencia”. Si no había urgencia, ¿por qué levantarse de una mesa de negociación?
Segundo: este miércoles AENA firma un documento con los sindicatos de controladores en los que se compromete a rebajar la tensión y trabajar en orden a un nuevo convenio. Es decir, reconoce la interinidad del ‘decretazo’. Tercero: convocar una mesa de negociación para aclarar las remuneraciones de los controladores. El próximo 26 de marzo será la primera vez que cobren en relación al nuevo sistema. Ni los controladores ni AENA tienen clara la cifra. No obstante, los controladores calculan que habrá una rebaja entre el 40 y el 65%. De momento, entre los controladores no se han planteado ni huelgas de celo ni plantones. “La operación de Semana Santa está garantizada”, concluyen.
No obstante, la situación de tensión crece. AENA ha decidido igualar las horas de trabajo para todos. De esta manera, el que hacía muchas horas extras («muy bien remuneradas”, reconocen los controladores) harán menos horas y cobrarán menos. En cambio, los que se sometían a sus 120 horas de convenio sin trabajar horas extras, se les obliga a trabajar más. Cobrarán más, pero no es lo que desean. Una estrategia de tensión que sólo se puede explicar desde la óptica del revanchismo: los ingenieros de AENA cobran menos que los controladores y algunos no llegaron a superar las pruebas, según la ‘especie’ que circula entre los controladores. A esto hay que añadir la estrategia de guerra psicológica.
Los controladores están dispuestos a asumir un recorte de sus remuneraciones, siempre que se consolide parte de la remuneración que cobraban por sus horas extraordinarias. Este es el debate y esto es lo que está en la mesa de negociación junto a la formación de nuevos controladores. Y cuidado con fichar paquistaníes. La experiencia irlandesa es que se formaron paquistaníes para actuar de controladores. Al fin y al cabo, hablan inglés de todas maneras. Tras formarse, un 40% de la plantilla se fue a Alemania porque pagaban más. Irlanda financió la formación y no fue capaz de retener el talento.
En la base del problema se encuentra la deuda de AENA. Una deuda que obedece al lujo de las ampliaciones y a la estrategia de abrir aeropuertos sin tráfico. Un ejemplo: el aeropuerto de Huesca recibe cerca de 600 pasajeros al año. ¿Tienen sentido aeropuertos en Burgos, La Rioja, San Sebastián, Pamplona? Al final, pagan justos por pecadores. La isla de la Gomera es candidata a quedarse sin controlador. Y sin controlador, los vuelos comerciales no aterrizan, salvo tasas elevadisimas. ¿Tiene sentido dejar a una isla sin controlador aunque tenga poco tráfico? Y sobre todo: lo verdaderamente importante del ‘decreto Blanco’ es una privatización que ha pasado desapercibida. ¿No era el PSOE quien censuraba la ‘privatización’ de la Sanidad de Aguirre? Ver para creer. Al final, el tiro de Blanco le puede salir por la culata. Y ya hay algún ‘ex’ que le pone de ‘chupate domine’.