Leyendas urbanas sobre los controladores aéreos: son malvados y les gusta fastidiar a los pilotos y al pasaje
En un reciente artículo publicado en extracrew, un piloto llamado Javier Rosario critica el mal funcionamiento de la frecuencia de «clearance delivery» de Barajas 130,075. Que esta frecuencia está saturada es un hecho. Pero las conclusiones a las que llega este piloto son falsas, cuando no deliberadamente calumniosas. En ese mismo artículo el piloto reconoce que suele mentir a los controladores cuando llama a la torre para poner en marcha, y da toda clase de instrucciones picarescas a sus compañeros pilotos en este sentido.
Este piloto ha de saber que no son los controladores los que deciden que haya dos frecuencias de puesta en marcha en Barajas en función de la ruta, sino los gestores de Aena. También resulta sorprendente que atribuya la saturación de frecuencias a control, cuando son las propias compañías aéreas las que programan todas las salidas hacia el este a las 4 de la tarde, por encima de la capacidad declarada de Barajas. De igual forma que no pueden entrar en una sala de cine los 200 espectadores del aforo a la vez, de una pista no pueden despegar a la vez 60 aviones, ni se puede contestar 60 llamadas por radio al mismo tiempo. Es la demanda de vuelos y rutas que establecen las propias compañías la que genera esta situación. En barajas funcionan ininterrumpidamente dos pistas de despegue paralelas e independientes en horario diurno -salvo incidencias operativas o meteorológicas- con objeto de evitar cruces en el aire. Al inaugurar «el nuevo Barajas» Aena decidió que los aviones que virarán a la derecha tras el despegue saliesen por la pista derecha, y viceversa los de la izquierda.
Respecto de que el mismo controlador se haga cargo de las dos frecuencias, el piloto está en lo cierto. Deberá dirigir su sugerencia de que haya dos controladores a Aena, que es quien decide el número de controladores que entran de servicio al amparo de la Ley 9/2010 y de sus nuevas atribuciones.
Pero mucho me temo que la intención del piloto en este artículo, además de hacer alta comedia (?), sea una vez más restregar por el suelo la valía profesional de los controladores de Barajas, lo que últimamente se ha convertido en el pasatiempo favorito de algunos pilotos.
Hace unos días, un simpático comandante de Spanair que responde a las iniciales de V.P.P. de manera canallesca le dijo al pasaje que saldrían tarde de Barajas debido a una huelga encubierta de los controladores. Estas bonitas palabras fueron escuchadas por un controlador que viajaba en el avión. Al llegar a su destino, Gran Canaria, este controlador llamó a Barajas para informar de lo acontecido.
Los controladores aéreos españoles ni estamos ni hemos estado de huelga, ni encubierta, ni descubierta, ni con sabor a fresa, ni de ningún otro tipo. Entre otras cosas, porque tememos un laudo arbitral que termine de darle la puntilla a nuestro maltrecho convenio colectivo -como pasó con los pilotos de Iberia- y porque tenemos un gran compromiso con el servicio público y con la seguridad aérea
A su vuelta a Barajas, se pidieron detalladas explicaciones al susodicho comandante de Spanair, quien admitió su pequeña maldad tanto por frecuencia 121,85 como por teléfono cuando se le pidió que hablase con el supervisor. Se le informó de que sus declaraciones podrían ser constitutivas de una demanda, y de que su compañía, con la que ya se había hablado, no le respaldaría. Inmediatamente replegó sus velas, pero el daño ya estaba hecho.
En todas partes cuecen habas, y en todos lados hay buenos profesionales y otros que no tanto. Tal vez VPP tuviese un mal día, o tal vez su intención fuese hacer daño deliberadamente.
Este personaje pertenece a una subespecie del Hommo pilottus que se caracteriza por una inmensa mala baba con los controladores aéreos. A esta subespecie pertenecen algunos viejos conocidos de control. Su pasatiempo favorito es desprestigiar a un colectivo profesional, no se si por envidia o porque Dios les dibujó así. Afortunadamente, la inmensa mayoría de los pilotos españoles no son así.
Me cuentan que entre varias compañías corre el aviso de que atribuyan a control cualquier retraso, adjuntándole el código 89 de IATA. Este hecho lo hemos constatado. El avión pierde el CTOT porque no está listo para puesta en marcha y con el pasaje a bordo con puestas cerradas, y entonces se le cuenta la bonita milonga a los pasajeros, se escurre el bulto y se difama a un colectivo. Y los pasajeros se acuerdan de la familia del controlador (que tal vez se encuentre en la torre o en el centro, dados los escasos momentos de vida familiar que nos quedan tras el decretazo).
VPP no ha sido el único caso durante los últimos meses. Idéntica situación se produjo con un vuelo de Ryanair, un vuelo de EasyJet y varios vuelos de Iberia y Air Europa.
Las compañías aéreas están obligadas a indemnizar al pasajero si se produce una demora atribuible a ellas mismas. Las estadísticas de Eurocontrol y de las propias compañías aéreas demuestran que el principal capítulo de demoras (más del 49%) se debe a errores de las propias compañías aéreas. El pasajero ha de saber esto, y debe reclamar.
Esta insistencia por culpar a control de todas las incidencias del vuelo va pareciendo cada vez más una maniobra orquestada para hacer trizas del árbol caído. En una reciente reunión con jefes de flota quedó patente que las compañías aéreas no están contándoles a los pilotos toda la verdad sobre la situación actual.
Desde aquí quiero invitar a todos los pilotos que operan en Barajas a visitar la torre de control y a conocernos. Luz y taquígrafos sobre nuestro trabajo en la torre de control. Deberán cursar por escrito una petición de visita a Aena, que es quien debe autorizarlo. Si no se lo autorizase Aena, deberán pedirle explicaciones detalladas, no sea que tenga algo que ocultar.