María J. García / Palma. El Mundo.
«Aena prefirió retrasar a miles de pasajeros y causar pérdidas económicas a las aerolíneas con tal de no llamar a un controlador más». Así explica uno de los profesionales lo que ocurrió el pasado viernes en la Torre de Control de Son Sant Joan, donde el turno de mañana funcionó con cinco personas o lo que es lo mismo, el 55% de la plantilla requerida y un 45% menos de lo exigido por las normativas de seguridad.
El portavoz del colectivo de controladores aéreos, Javier Zanón, denuncia que «es la segunda vez que ocurre este mes» y añade que «probablemente ni el Ministerio de Fomento sea consciente de lo que está ocurriendo».
«Es la segunda vez que ocurre este mes», denuncia Javier Zanón, portavoz del colectivo de controladores en Palma, mientras asegura que «probablemente, ni siquiera el Ministro de Fomento sea consciente de lo que está ocurriendo».
El viernes pasado se vivieron momentos de tensión en la Torre, con retrasos de vuelos hasta de hora y media. La mañana acabó con el cuadro de ansiedad de una de las supervisoras que tuvo que ser atendida por los servicios médicos.
El informe redactado por ella misma sobre la jornada relata las incidencias del día. Desde que llegó por la mañana a las 8:00 horas, hasta las 13:10 horas, en las que el servicio médico del aeropuerto la atendió en la Torre, tuvo que asumir funciones de recursos humanos para cuadrar a la gente disponible a la vez que se encargaba de la supervisión.
Retrasos de vuelos.
Nada más llegar, tal y como desgrana en su Informe de incidencias, se encontró con que de los nueve controladores requeridos por el tráfico del día, solo podia contar con cinco. Tres estaban de baja por motivos personales, «permiso de paternidad, por matrimonio y por reducción de jornada» y un cuadro por «enfermedad grave familiar»- Su sorpresa fue, en primer lugar, descubrir que no se habian «programado la sustitución del personal». Cuando la supervisora pide a sus jefes de Aena que llamaran a alguien más la respuesta fue»no». «Según las órdenes del Jefe de División, no se va a llamar a ningún controlador más porque no hay dinero y porque son órdenes a nivel nacional. Si hay que retrasar vuelos, que se retrasen».
Así comienza una mañana de viernes que iba a acabar con un «cuadro de ansiedad aguda, con taquiarritmia, polipnea [respiración rápida] y parestesis [hormigueo y entumecimiento] de los dedos de las manos», según el Informe Médico.
Una emergencia terminó por minar los nervios de la controladora supervisora: un vuelo de emergencia de una nave que volaba de Málaga a Italia. Se habia quedado sin motor y estaba perdiendo altitud por lo que pedía aterrizar de emergencia en Palma. Fue la gota que colmó el vaso de un viernes de julio en el aeropuerto de Palma, con más de 100 operaciones reguladas por cinco controladores. Javier Zanón, portavoz de la Unión sindical de Controladores Aéreos de Baleares, denuncia que «los controladores de Palma están totalmente desbordados y que los incidentes se han disparado».
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/12/baleares/1278929589.html