El 72% de los controladores aéreos de Malaga trabajan en condiciones de semi esclavitud
Aunque la nueva ley establece que los controladores aéreos trabajarán menos horas que en 2009, ellos llevan meses acusando a AENA de saltarse a la torera dichas limitaciones. LD ha hablado con uno de estos profesionales, que ha explicado su versión con documentos de los abusos.
La versión de los controladores: «Que nos quiten las vacaciones»
¿Son justas las reivindicaciones de los controladores aéreos? ¿Pecan de mimados cuando se quejan del estrés que les provoca las condiciones de AENA? Como en todo el conflicto de Aena-Ministerio de Fomento con este sector, la respuesta depende de a quién se dirija la pregunta.
El ministerio de José Blanco aúna esfuerzos en mostrar al colectivo como un grupúsculo de mimados que ejercen presión para reclamar condiciones laborales propias de privilegiados. Pero en realidad, las reivindicaciones de los controladores no estriban en lo salarial, es un debate planteado en distintos términos: sus denuncias se dirigen a la aplicación de la nueva Ley 9/2010 que regula la profesión.
Como ya publicó Libertad Digital, esta nueva legislación reducía las horas que trabajarán los controladores: concretamente, de 1.750 a 1.670 horas anuales. Por lo cual, salvo un pequeño grupo, la mayoría de controladores vería reducidas sus jornadas, con el consecuente descargo. Entonces, ¿a qué vienen las quejas de sobrecargo laboral?
Según ha explicado un controlador de AENA en el aeropuerto de Málaga, al menos en lo circunscrito a este aeropuerto, la aplicación de dicha ley no ha sido tal. Desde que entrara en vigor, la gestión de recursos humanos de Aena ha programado horarios abusivos reiteradamente, desoyendo lo establecido por la nueva legislación. Además de esta Ley, las condiciones laborales de los controladores aéreos están regidas por una Circular de AENA, aprobada el 15 de enero de 2009, que establece los requisitos sobre jornadas y descansos.
LD ha tenido acceso a esos cuadrantes oficiales, en los que se establecen los turnos de los 41 controladores disponibles para el mes en curso en el aeropuerto. El dictamen es concluyente: El 72 % de los controladores de plantilla está incumpliendo los requisitos legales establecidos, y si se redondearan los días libres al alza, sólo 2 dos de los 41 controladores cumplirían con las libranzas mínimas.
Ante esta situación, los controladores del aeropuerto malagueño llevan meses elevando quejas sobre el abuso, solicitando incluso a la dirección de recursos humanos que se aplique el Estatuto de los Trabajadores en cuanto al descanso mínimo entre jornadas, de al menos 10 horas. Hasta el momento, no han recibido respuesta, ni de la dirección regional de RRHH, ni de la Dirección de Trabajo, que se ha declarado incompetente. Todas sus quejas documentadas, papel mojado.
Una de las causas que ha llevado a que AENA les haya impuesto este sobrecargo a estos controladores, se esconde detrás de una reducción de plantilla. Según ha podido saber LD, dos trabajadores fueron sacados de frecuencia (mayores de 57 años) para dedicarles a labores administrativas, lo cual, unido a las prejubilaciones, arroja como resto la misma carga de trabajo y una plantilla tocada: «Nos tenemos que comer 300 turnos con la misma plantilla que estábamos» lamentan.
Así las cosas, los controladores de Málaga no pueden evitar sentirse indefensos. Es el caso de uno de ellos: hasta el mes de Julio ya ha rebasado las 1000 horas trabajadas, y en teoría solo le quedarían 670 horas hasta diciembre, para cumplir con la legislación. Cosa cuánto menos, imposible.
«Llevo desde Abril sin librar un fin de semana» asegura el controlador, que además, sólo ha conseguido un día libre en el mes de julio, lo cual incumple abiertamente la ley que sitúa en 6 días el mínimo exigible. Por ello, critican con dureza la actitud de AENA con respecto a la aplicación de la nueva Ley y la reticencia a contratar (y formar) nuevos controladores. «Yo en 8 años he hecho dos turnos extras» nos cuenta «no me he dado de baja ni una vez, ni siquiera conozco a mi médico de cabecera».
Pero ahora las cosas han cambiado, y confiesan «estar deseando» librarse de esta situación. Si es por una baja, también, aunque barruntan algunas soluciones intermedias. «Que nos quiten las vacaciones, así de claro» proclaman. Los controladores explican que ante la alternativa de que transcurra otro mes sin días libres, prefieren renunciar a su período vacacional para que además, ninguno de sus compañeros sufra el sobrecargo de trabajo por su ausencia.
«Lo que no es normal es que lleven 4 años sin convocar plazas a controlador aéreo» resume uno de ellos, porque al final, este «estrés» que no es inherente al trabajo sino a las condiciones abusivas, repercute en un trabajo «que tiene consecuencias graves si no se realiza bien».