La ETT de José Blanco
John White.
Vivimos en un país de desatinos y despropósitos políticos, de experimentos veraniegos sin gaseosa con los ciudadanos, con los trabajadores y con la seguridad aérea.
¿Los controladores militares no eran válidos como AFIS y si para llevar tráfico civil? Desde el más profundo respeto que me supone la profesión de controlador militar, no se entiende que el Gobierno les instrumentalice a su antojo para lo que más convenga. Hace meses se dijo desde Ineco, empresa pública adscrita al Ministerio de Fomento a través de Aena, que los controladores militares no daban el perfil para desempeñar el puesto de oficial AFIS. Ayer el Sr. Blanco les llama para que se hagan cargo de parte del control del tráfico aéreo civil, que comporta más responsabilidad y preparación que la necesaria para ser oficiales AFIS.
SODECTA, la Sociedad Española de Control de Tránsito Aéreo, que agrupa a los controladores militares, ya denunció en el pasado esta instrumentalización:
Quizás el S. Ministro trate de desviar la atención sobre la grave crisis por la que atraviesa su Ministerio, su partido y España. Quizás el Sr. Blanco esté mal asesorado. Quizás no se esté contando a la opinión pública toda la verdad.
Las Fuerzas Armadas prestan un servicio esencial a España. Desgraciadamente sus retribuciones rozan lo vergonzoso. Desgraciadamente su vocación de servir a España está supeditada a los vaivenes irracionales de los políticos de turno. Desgraciadamente se trata de intrumentalizar la valía profesional de los militares para usos y abusos más allá de lo que contempla la legislación internacional, el sentido común y el interés general para los ciudadanos.
La cuestión no es si los controladores militares pueden llevar tráfico aéreo civil, que si. La cuestión es que se pretende abusar de su obediencia debida para imponerles condiciones de trabajo abusivas y, por lo que se refiere a los controladores militares, no reconocerles su labor, no ofrecerles un puesto de trabajo digno y bien remunerado, no ofrecerles la Licencia Europea de controlador, al igual que se les niega a los controladores aéreos civiles.
Se viven tiempos en los que los controladores, ya sean civiles o militares, estamos supeditados a la falta de preparación técnica y visión de estado de un ministro populista y errático que pretende manejar España a su antojo al margen del sentido común, de la reglamentación, de los acuerdos laborales y de la seguridad aérea. El Sr. Blanco parece desconocer profundamente la labor que realiza un controlador aéreo, ya sea civil o militar. Me da la impresión de que alguien de su entorno le está mintiendo constantemente. Desconoce que es necesaria una habilitación específica para un puesto. Desconoce que el Colegio de Pilotos se ha opuesto frontalmente a la sustitución exprés de controladores civiles por militares, porque la historia del accidente de Nantes nos debería enseñar que la política y la seguridad aérea son un cocktail explosivo en el que paga el pato el viajero.
Me pregunto si el Sr. Blanco desearía sustituir a su secretaria por un militar si esta cae enferma, pide la baja, y se la confirma un inspector de la Seguridad Social. El Sr. Blanco piensa que el Ejército Español es su ETT privada. El Sr. Blanco no muestra talla política ni moral cuando pretende que un militar sea un remplazo fácil, barato y rápido para todo aquello que no le gusta o le incomoda. La España de Blanco es una república bananera de corte fascista. Blanco se da un baño de multitudes en La Noria llamando a los más bajos instintos de la sociedad emulando a Goebbels en las multitudinarias congregaciones del partido nacional socialista. Sr. Blanco, los militares no son trabajadores baratos y dóciles a su servicio, y los controladores aéreos civiles y el resto de trabajadores de este país tampoco. A ver si se va usted enterando.
Y por si fuera poco, el Sr. Blanco arremete contra la profesionalidad de los facultativos del Sistema Nacional de Salud, acusándoles de falsear bajas médicas. Ayer TODOS los controladores de Valencia que estaban de baja sufrieron una inspección médica de la Seguridad Social, y en TODOS LOS CASOS SE RATIFICÓ LA BAJA por los inspectores. ¿Querrá sustituir el Sr. Blanco a los médicos de la Seguridad Social por médicos militares?
El Sr. Blanco y su Ministerio actúan a la desesperada. Desearían que los controladores convocásemos una huelga para aplicarnos un laudo arbitral como el que se decretó contra los pilotos de Iberia en tiempos de Irala. Cuando ve que esto no sucede, se revuelve en su poltrona ministerial y acude a la improvisación y las medidas desesperadas. Vuelven a corerar las manidas consignas propagandísticas con las que nos pusieron en la picota mediática a los controladores hace cinco meses. Dan instrucciones precisas a sus comunicadores mamporreros para que repitan las mismas frases en las tertulias y en los titulares. Tratan de confundir a la opinión pública llamando a sus más bajas pasiones: que si los sueldos, que si los privilegios, que si las huelgas encubiertas. Se repiten más que un gazpacho con demasiado ajo.
Estos tipos despliegan a todos sus efectivos propagandísticos al servicio de una causa dictatorial. No les gusta que los controladores aéreos expresemos nuestro punto de vista. No rebaten nuestros argumentos. Se le pregunta al presidente de Aena en Telemadrid si es conocerdor de que 11 controladores aéreos has sido evacuados en ambulancia tras una crisis de ansiedad en su puesto de trabajo por los turnos abusivos, por el aumento de la carga de trabajo, por la aplicación desmedida que Aena hace de la Ley 9/2010, y el presidente de Aena, el Sr. Lema Devesa, cambia de tema, farfulla y rebusca entre sus papeles alguna consigna de su gabinete de comunicación que le haga salir airoso del brete. Pierden los papeles, quedan en evidencia, mienten, ocultan información. No saben hacer otra cosa. Al igual que no saben negociar si no es a golpe de decretazo y de amenazas de expediente.
¿Cuanto tiempo pasará hasta que el Sr. Blanco reconozca que su falta de liderazgo, su errático y descaminado proceder y su inquina irracional contra todo lo que no le gusta -derechos laborales incluidos- afecte a la seguridad aérea? ¿Será necesario que un controlador se suicide o que ocurra un accidente? Sr. Blanco, una de dos: o dimite usted, o hace dimitir a aquellos que tan mal le están aconsejando. ¿Asumirá usted el coste político de una desgracia? A mi me da que no, que usted tiene vocación de corcho, de esos que hacen que se hundan los demás.