Carta al apreciado señor Ministro de Fomento de una controladora
Cristina Antón.
Apreciado Señor Ministro de Fomento:
Mediante la presente quiero comunicarle con todo el respeto que por su rango merece, que me tiene usted no sólo hastiada y agotada, sino muy muy harta, hecho que pongo en su conocimiento ya que es usted en última instancia el responsable de mi situación, y creo que en un país democrático es lícito y necesario, es más, debería ser obligatorio, poder compartir mi opinión con mis gobernantes, que para algo les pago…y creo que yo más que ellos a mí.
Copio una curiosa noticia que leí ayer mismo:
«El Ejecutivo NO MOVILIZARA a los militares para sustituir a los controladores aéreos si, finalmente, estos deciden convocar una huelga legal.
La Ley de Seguridad Aérea ESTABLECE CLARAMENTE que SOLO EN «SITUACIONES EXCEPCIONALES» el presidente del Gobierno puede dejar en manos del Ministerio de Defensa el control de la operación.
Y ESE SUPUESTO NO CASA CON EL EJERCICIO DE UN DERECHO CONSTITUCIONAL COMO LA HUELGA.
EL PROPIO MINISTRO de Fomento, José Blanco, aclaró ayer que un paro de vigilantes del cielo convocado con arreglo a las normas «no es una situación excepcional, sino prevista».
De producirse la protesta, y como sucede en otros ámbitos similares, el gabinete de Blanco, en concreto la secretaría de Estado de Transportes, establecería los pertinentes servicios mínimos.
EL PROBLEMA ES QUE NUNCA SE HA PRODUCIDO EN ESPAÑA UNA HUELGA LEGAL DE CONTROLADORES.
No hay precedentes y sólo el anuncio de esa posibilidad ha cogido a Fomento con el pie cambiado.
Blanco trabaja con su colega de Defensa, Carme Chacón, en un protocolo de colaboración para casos de emergencia, y para el que aún no hay fecha.
No hay que olvidar tampoco que aunque en un momento de crisis se optara por militares al mando de las torres, los controladores castrenses NO PODRIAN llegar a ellas de un día para otro, pues necesitan, primero, una habilitación y, después, una FORMACION específica en el lugar de trabajo que se podría alargar durante semanas.
Blanco reclamó al sindicato de controladores (USCA) que explique las razones de la posible huelga, que sus afiliados votarán mañana.»
http://www.hoy.es/v/20100802/economia/aena-descarta-recurrir-militares-20100802.html
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Si por cada vez que nuestro nunca suficientemente bien ponderado Ministro de Fomento DIJESE UNA COSA Y LUEGO LA CONTRARIA nos diesen puntos, ganaríamos el Concurso Mundial de Festivales del Humor.
Con mención honorífica para las categorías de Vergüenza, Desfachatez, Indecencia, Engaño y Estafa al Sufrido Contribuyente y a cualquier mortal con dos dedos de frente.
Ya me fastidia, porque yo esperaba con ilusión el momento en que, alguno de los pobres militares que debe tener el órgano en el que reside su obediencia debida a la altura de la corbata, me relevase para poder, ¡por fin! descansar más de dos horas al día.
Digo descansar por decir algo, obviamente, que dos horas es lo que dedica cualquiera a hacerse un potaje de garbanzos para comer.
No deja de llamare la atención el ataque de democracia que le ha dado a Don José de repente, así que pienso que, una de dos:
O se ha hecho revisar su anterior comportamiento por un Inspector de la Seguridad Social y le ha dado el alta forzosa, o la Ministra de Nuestros Glorioso Ejércitos le ha dicho que, punto uno, los militares son necesarios haciendo SU trabajo y no el nuestro, que por eso los tienen, si no ya habrían puesto jarrones chinos en su lugar, y que por si no se ha dado cuenta, que es una opción que no hay que descartar, pues le ocurre cada vez con más frecuencia, no son suficientes ni de lejos para sustituir a 2500 civiles, sobre todo porque antes necesitan un tiempo para habilitarse y porque como mucho son 200, que alguno hay que dejar haciendo sus cosas.
Si hasta para conducir un camión hace falta un carné especial, no sé cómo puede pensar este hombre que un controlador se pone en cualquier sitio y a jugar.
Vamos, que como yo controlo en Palma pistas 24/06, que me manden a Frankfurt, que son 25/07. Con un gradito de nada yo me apaño perfectamente. ¿Que no conozco ni los procedimientos del área ni la orografía? ¿Pero eso sirve para controlar?
También me parece curioso que ahora mi apreciado patrón se arredre ante una cosa tan tonta como el derecho a la huelga, cuando no le tembló ni la vergüenza al promulgar un decretazo que saben que es inconstitucional hasta los chicos de la ESO, que para darse cuenta no hay ni que estudiar derecho, basta tan sólo saber leer LA CONSTITUCION, ese libro que supongo que Don José utiliza para poner encima las bandejas de café.
Yo diría que es un intento de sacar la pata que acaba de meter hasta el corvejón con el tema de los militares, a los que aprecio como compañeros y espero que dejen en paz, sobre todo por ellos mismos, que como a todos, los van a meter en un marrón de espanto y sólo pasaban por allí.
Supongo que lo siguiente será decretar una situación de extrema urgencia absolutamente falsa, por supuesto, que ya tenemos práctica con esto, pues sería la segunda vez desde febrero, basándonos en que los ciudadanos tienen derecho a las vacaciones y a no ser secuestrados por un colectivo de privilegiados, porque mira que van decretazos y seguimos siéndolo, lo que me lleva a penasar que, o este señor aprueba decretos absurdos o miente más que habla. Al menos eso pensaría yo desde fuera.
Lo que pienso desde dentro creo que salta a la vista.
Por cierto que mientras el señor ministro se llena la boca diciendo que seguimos ganando más que nuestros colegas europeos, que no es verdad, no menciona que controlamos un espacio aéreo mucho más grande y trabajamos muchas más horas.
Supongo que son detallitos sin importancia.
A mí me gustaría tener una comparativa de la productividad de nuestros políticos en relación con la de los europeos, sobre todo los ingleses, a los que nos quiere equiparar Don José con el decretazo de descansos de hace dos días, que cuando veo sesiones de parlamanterios británicos están todos en sus escaños, no como aquí.
Volviendo a la supuesta situación de amenaza pre-nuclear que nos vamos a inventar, se nos van a imponer unos muy democráticos servicios mínimos del 150%, que es lo que veo venir. Más toda una ristra de amenazas y sanciones en la más pura tradición democrática local.
No pierda de vista Sr. Blanco, que dispone de 1760 horas para todo el año, así que con la tontería a lo mejor se le han acabado en septiembre, y le juro por dios desde ya que yo no haré una extra ni aunque me la paguen a 1.500 euros la hora, que fue lo que me preguntó un taxista si ganaba yo gracias a sus fantásticos comentarios.
Imagino que lo que hará entonces es aprobar en dos días una nueva ley que me encadene a mi posición. Le recomiendo que para entonces haya promulgado otro decretazo que le suprima las vacaciones a los Inspectores de la Seguridad Social, y a los de la AESA, y a ser posible alguno de OACI por favor, porque le van a hacer falta todos.
También llama mi atención que digan con todas las letras que NUNCA ha habido una huelga legal de controladores cuando llevan meses diciendo que estamos en huelga perpetua. ¡Ah! Que dejar de hacer horas extras voluntarias es hacer huelga, no ejercer mi derecho a que sean voluntarias como su propio nombre indica.
Estamos acuñando muchos términos novedosos en estos tiempos:
- – Extras voluntarias que son forzosas,
- – Descansos mínimos que se pueden reducir prácticamente sin límite máximo,
- – Voluntarios forzosos para los servicios exprés, sí señores, hay una lista,
- – Situaciones excepcionales previsibles, que permiten cambiar mis turnos y descansos de un día para otro según le plazca a AENA. Una cosa o la otra, las dos a la vez no pueden ser.
- – Y ahora llegan las excepcionales previstas.
Lo contrario de excepcional no es previsto, sino habitual, como viene siendo las demoras y las sobrecargas que se producen desde que ustedes asumieron la gestión. Le pongo el ejemplo para que me entienda.
No me ofenda, señor ministro preguntándome qué qué problema veo en un decreto que me puede llegar a hacer trabajar hasta 300 horas al mes con imaginarias que se trabajan pero no cuentan, con descansos que se reducen hasta dosis homeopáticas, con turnos que son una burla para el sentido común.
Pero lo que más ofende con diferencia es que me se atreva a decir que garantiza mi descanso y la seguridad desde la poltrona de su mansión en Villagarcía, pagada con su miserable sueldo de político, que gana (según dice) menos que yo y yo vivo en un apartamento de 90 metros cuadrados, cuando LA SEGURIDAD NO LA GARANTIZA USTED, SINO YO, dejándome la piel y la salud día tras día.
Y que se atreve a poner en tela de jucio mi profesionalidad diciendo que yo no aguanto el estrés.
Muevo cuarenta aviones a la hora sin pestañear, buceo con tiburones a diez centímetros de mi nariz, me tiro desde puentes atada por los tobillos con una cuerda y salto desde aviones a 12.000 pies de altura.
Y hace siete meses que no me pongo de baja.
Lo que no aguanto a estas alturas de mi vida son gilipolleces, Señor Ministro.
Espero que el estruendo de su caída sea de tamaño directamente proporcional al de su desfachatez.
Y ahora le dejo, que tengo que ver qué me pongo para ir a la huelga, porque no lo dude: iré.
Que tenga usted un pésimo día caballero, se lo deseo de todo corazón,
Cristina Antón