Blanco ‘se come’ la huelga de los controladores en pleno agosto

@Carlos Hernanz.- 04/08/2010

Ocurrió lo esperado: habrá huelga. Los controladores aéreos decidieron ayer martes por mayoría abrumadora plantar cara al Ministerio de Fomento y rebelarse contra los reales decretos que regulan su práctica profesional aprobados recientemente por el Gobierno. Sólo falta que la junta directiva del sindicato mayoritario -USCA- ponga hora para el plante. Será cualquier día a partir del próximo 15 de agosto. En principio, ya se manejan las jornadas del 18 y 20 de este mes como posibles fechas, en la que será su primera acción como huelga legal -otras fueron de celo- en la historia.

Los controladores han trasladado ahora su problema a José Blanco, al que han convertido en enemigo número uno por la forma de llevar, a base de decretazos, el proceso de regulación de su actividad profesional. “En una negociación ceden las dos partes”, explicaba uno de los portavoces de USCA. “Sin embargo, el ministro ya lo ha hecho todo”. Señalados por el titular de Fomento ante la opinión pública tras desvelar sus abultados salarios y tras denunciar falsas bajas médicas como forma de protesta encubierta, los trabajadores quieren sentar a Blanco al otro lado de la mesa negociadora.

El nuevo frente de conflicto puede librarse ahora en la fijación de los servicios mínimos, que según confirmó el ministro de Fomento «garantizarán el tránsito aéreo». Los controladores, sin embargo, ya se temen que «serán abusivos», por lo que han anunciado su intención de recurrirlos. De esta manera, parece inevitable que algunos centros se vean más afectados por la huelga, como los que registran un mayor tráfico aéreo, encabezados por el centro de control de Madrid, ubicado en Torrejón, donde trabajan cerca de 400 controladores, y el de Barcelona-El Prat, con unos 140 controladores.

El pulso de los controladores está dispuesto a ir hasta el final. Según explicó ayer el responsable sindical César Cabo, la huelga se debe al «gran malestar» existente en el colectivo, quemado por el conflicto abierto con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y el Ministerio de Fomento. La tensión que vive el colectivo es tal que hasta un 10% de los controladores, según su portavoz, ha solicitado la escisión de su contrato. Como subraya otro compañero, “no hay ningún país con el que podamos compararnos. Estamos bajo un régimen de arbitraje total”, con el que no van a transigir.

Consecuencias y soluciones

Aunque aún no se ha estimado el impacto que podrá tener la huelga, algunos ya se han aventurado a pedir al Gobierno que responda con “absoluta dureza” para evitar que la actuación de los controladores suponga una “mala acción para el país y para el usuario”, como ha pedido el presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes Españolas (Aedave), José Manuel Maciñeiras. A su juicio, una huelga empeorará la visión que se tiene del colectivo, aferrado a mantener sus privilegios como sea, que parece dispuesto a tomar a un país como rehén en lugar de recurrir a la negociación.

La alternativa militar no parece la solución definitiva. Como destacó ayer el responsable de Aedave, la seguridad debe ser la prioridad, por lo que en caso de que se recurra a los controladores militares sería necesario establecer «un calendario apropiado», ya que en este aspecto «no vale la improvisación». Por este motivo, el programa acordado entre Fomento y Defensa, que incluiría a cerca de 200 militares, no parece que pueda ser suficiente en volumen, sin tener en cuenta la formación, para sustituir a corto plazo a los casi 1.800 controladores que participaron en la asamblea de USCA a favor de la huelga.

En la memoria de los controladores está presente la reciente huelga de los trabajadores del Metro de Madrid. Este colectivo paralizó el suburbano de la capital, sin cumplir servicios mínimos durante lagunas jornadas, como protesta a la rebaja salarial impuesta por la Comunidad de Madrid en contra de lo acordado en el convenio laboral. Al final, el pulso de los trabajadores tuvo su recompensa, dado que la rebaja salarial final fue sólo del 1%, frente al 5% inicial, y se consiguió que los expedientes disciplinarios abiertos contra los huelguistas sigan su proceso burocrático corriente.

http://www.elconfidencial.com/espana/blanco-huelga-controladores-agosto-20100804-68290.html