César Cabo, el terror de Pepiño
César Cabo, portavoz de los controladores aéreos y guapo oficial del verano. Ya tiene hasta club de fans.
11.08.10 – 02:58 –
ARANTZA FURUNDARENA |
Admito que César Cabo (el gran icono masculino de este verano) está que cruje. Pero puedo asegurarles que yo nunca ingresaré en su club de fans. ¿Por qué? Porque no me gustan los hombres controladores, je, je… Y ahora en serio, ¿será de tanto mirar al cielo que al secretario de comunicación de la Unión Sindical de Controladores Aéreos se le han puesto los ojos color celeste y que, de tanto estar en las nubes, se le ha quedado carita de querubín? Será. Pero no nos engañemos. Detrás de su apariencia de chico bueno (buenorro), Cabo se nos revela como un auténtico sargento capaz de mantener a raya al correoso Pepiño Blanco (poco blando en este caso). «La culpa es del señor Blanco», señala una y otra vez el gran César, con la firmeza y pertinacia con que otros coreaban en su día «Váyase, señor González».
Da la casualidad de que Cabo, un periodista metido a controlador aéreo, estudió Periodismo con la Princesa Letizia. Me pregunto si, de guapo a guapa, entablaron amistad o se pidieron alguna vez los apuntes. Y, en cualquier caso, vaya promoción la suya… Si me dicen que Pedro Duque, el astronauta, también estudió con ellos me lo creo. No me extraña que a César Cabo le hayan montado un club de fans. Es más, lo raro es que, sabiendo lo mucho que gana, no le hayan montado dos. Pero por más que sea y esté rico, a mí casi que me pone más su ‘Némesis’: Pepiño. Sobre todo, en su versión más perversa. Al ministro Blanco hace un par de días lo vi en los toros, y más tarde sujetando con un garfio un pobre pulpo recién escaldado en la fiesta de O Carballiño. En ambas ocasiones se dibujaba en su rostro de seminarista aplicado una aviesa sonrisilla… ¿En quién estaría él pensanso? Es evidente. Justo al contemplar ese pulpo y antes de sumergirlo de nuevo en agua hirviendo, Blanco tuvo un pensamiento (bastante negro, por cierto) para Rajoy. Y otro igual de oscuro para el portavoz de los controladores aéreos.
Yo a Cabo particularmente le veo cierto parecido, no sé si razonable, a Jude Law, con mezcla de Álvaro Muñoz Escassi. Está bien que aparezcan nuevos ‘sex symbols’ masculinos, ante la desoladora lista actual, en la que una gran mayoría de mujeres ha votado al macho (o menoch) Jesús Vázquez y a su colega Jaime Cantizano. Que sí; estarán estupendos los dos, pero es que, como en el chiste de la sirena encontrada por dos pescadores y posteriormente arrojada al mar: «¿Por dónde, Pepe, por dónde?» Miren si estará mal el ‘mercado’ masculino que en la clasificación de los más guapos figura hasta Josep Guardiola. No niego que Guardiola sea un genio del balompié, incluso un figurín a la hora de lucir el traje entallado. Pero guapo, lo que se dice guapo… Nada, que está la cosa fatal. Pero recuerden: «La culpa es del señor Blanco».