Irregularidades e incidentes del aeropuerto de Huesca-Pirineos
HUESCA.-
El presidente de la Real Federación Aeronáutica Española, Manuel Roca, responde a la entrevista a la directora del Aeropuerto Huesca-Pirineos, Miryam Laso, publicada el pasado día 1 por este periódico y en la que afirmaba que en dichas instalaciones aeronáuticas, «las operaciones de vuelo a vela se desarrollan con completa normalidad, de acuerdo a los procedimientos». En opinión de Roca, Laso, con sus declaraciones, «ha perdido toda la credibilidad que se le debía suponer como gestora de una obra pública. Con ellas está contradiciendo lo que ya han reconocido las más altas instancias del Ministerio de Fomento, además, incluso ella misma se contradice. Si reconoce que los planeadores tienen que estar en el suelo cuando aterrizan otros aviones, ¿donde está la compatibilidad Ya sabemos que el vuelo a vela es posible en este aeropuerto, como también lo sería realizar carreras de automóviles mientras no haya aviones. Eso no es novedad, el problema es que según el informe que emitió la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), el vuelo sin motor no puede coexistir con el nuevo uso que se pretendía con la ampliación, incluso contando con el bajo nivel de actividad que tiene en la actualidad. No hay que olvidar que en el vuelo sin motor el piloto no tiene posibilidad de garantizar el momento del aterrizaje, con lo cual no es imposible pensar en un planeador y un avión de pasajeros teniendo que aterrizar simultáneamente en pistas separadas por poco más de 100 metros».
Añade Manuel Roca que fueron los propios deportistas quienes, tras el cierre del aeropuerto para el vuelo sin motor ordenado por la directora como consecuencia inmediata de aquel informe, «tuvieron que recordarle que el informe de AESA no impedía el vuelo sin motor, sino que simplemente reconocía la incompatibilidad de actividades. Prueba de ello es que tras un segundo escrito, AESA incitaba a la dirección del aeropuerto a establecer las medidas correctoras que garantizasen la seguridad perdida. Ante eso, la directora, no tuvo otro remedio que reabrir las instalaciones. El problema es que esas medidas correctoras no han existido, con lo cual, el aeropuerto, según el informe anterior, continúa siendo inseguro».
INFORME «DEMOLEDOR»
Sobre dicho informe de AESA, Roca afirma que «es demoledor. En él no sólo se reconoce la incompatibilidad entre la actividad deportiva y comercial por distintos factores que se derivan del diseño del aeropuerto incumpliendo la normativa internacional de seguridad. En ese informe también se reconoce como única solución el traslado del vuelo deportivo a otras instalaciones «si se quieren evitar posibles reclamaciones judiciales». Ah! y tampoco podemos olvidar la vulneración de un Real Decreto que regulaba las dimensiones de la pista existente en 140 metros, cuando la construida es de sólo 12 de anchura. La Organización de Aviación Internacional (OACI) no reconoce pistas inferiores a los 18 metros, y en todo caso, ¿cómo se entiende que en una pista de 12 metros tengan que aterrizar aviones de 20 metros de envergadura «.
El presidente de la Real Federación Aeronáutica, así mismo, recuerda la existencia de un informe anterior que emitieron los controladores del aeropuerto como consecuencia de uno de los incidentes que se produjeron tras la entrada en servicio del aeropuerto. En él decían textualmente: «Resulta insólita, al menos para los controladores que suscriben, la práctica de vuelo sin motor en un aeródromo controlado».
Incluso en el estudio de seguridad que realizó AENA con motivo de la entrada en servicio del aeropuerto, se habla de este problema: «Una de las amenazas identificadas a lo largo de la sesión de identificación de riesgos está relacionada con el hecho de intentar compatibilizar el vuelo a vela y el vuelo controlado. Gran parte de la sesión se centró en la búsqueda de soluciones para simultanear el tráfico comercial y el vuelo a vela. No se encontraron soluciones entre los expertos reunidos. La principal problemática fue la posible interferencia entre ambos tipos de tráfico».
Roca señala que él mismo asistió a una reunión posterior al informe «en la que la propia directora de AESA se ratificaba en su contenido. En aquella reunión se encontraba además la Secretaria de Estado de Transportes. No entiendo cómo los superiores de esta señora dentro de la propia AENA siguen permitiendo esta tomadura de pelo hacia la opinión pública y, sobre todo, hacia (algunos de) los usuarios a los que se debe este aeropuerto».
Miryam Laso, asegura Roca, «es conocedora de estos problemas desde antes de que se iniciasen las obras; nunca hizo nada por corregirlos cuando todavía se estaba a tiempo. En mi opinión, ha entendido que la desaparición de los usos anteriores del aeropuerto es la única solución para salvar los errores de una obra mal proyectada y que no cumple con el encargo realizado por el Gobierno. Cuesta creer que nadie le exija responsabilidades».
VUELO A VELA
Respecto a las declaraciones en las que Miryam Laso decía que el vuelo a vela se realiza con normalidad en Huesca, que incluso en un día había habido 130 operaciones, Roca dice: «El papel lo aguanta todo. Son los usuarios y AESA los que tendrían que confirmar dicho aspecto y es obvio que ni ellos, ni el mismísimo Ministerio de Fomento, opinan lo mismo. Es cierto que en una jornada puntual se pudo realizar ese volumen de actividad, fue una jornada divulgativa especial en la que sólo se permitió volar a instructores debido a que el volumen de operaciones obligaba a aterrizar fuera de la pista autorizada y sorteando obstáculos. Convendría que la directora se pronunciase sobre la legalidad de aquella jornada, ya que para llevarla a cabo se tuvo que solicitar una autorización especial a sus superiores, que tras ser autorizada, ella personalmente se encargó de revocar pasando por encima de todo y de todos».
Roca recurre a los números y explica que «SENASA venía realizando, como anterior operador de las instalaciones, unas 5.000 horas de vuelo a vela, a las que se sumaban otras 2.000 por parte del Aeroclub Nimbus». Y al finalizar las obras, «SENASA no volvió a las instalaciones y de hecho, la directora confirma en sus declaraciones que las instalaciones deportivas están ocupadas actualmente por la empresa TopFly; y el aeroclub Nimbus, para garantizar unas mínimas medidas de seguridad, ha tenido que reducir su actividad hasta las 500 horas/año. El Plan Director al que hace referencia la directora cuando le interesa, prevé 17.277 operaciones de aterrizaje y despegue para este año, cuando será difícil llegar a las 1.000. No veo por ninguna parte la normalidad, y en todo caso no es quien para pronunciarse sobre una actividad que ha dado demasiadas muestras de desconocer».
Añade Roca que existen «25 reclamaciones de incidentes de tránsito aéreo producidos durante los tres años de vida del aeropuerto y en la mayoría de los casos sin relación alguna con el vuelo sin motor. Según AESA, este volumen de incidentes es de los más altos del país y por supuesto, en relación al volumen de actividad, Huesca se lleva la palma de oro. En todos esos informes se insiste al aeropuerto en la necesidad de tomar medidas. Esos informes son públicos y entiendo que se están convirtiendo en un fuerte lastre para un aeropuerto emergente».
«¿Usted, como responsable de una compañía aérea, aceptaría la responsabilidad de aterrizar con pasajeros en un aeropuerto que la máxima autoridad en materia de seguridad aérea considera peligroso «, pregunta el presidente de la Real Federación Aeronáutica Española.
HELICÓPTERO DE RESCATE
Sobre el helicóptero de rescate, Roca afirma que es un servicio público «de gran interés y hay que encontrar espacio para él» dentro de las instalaciones del aeropuerto, aunque recuerda que «viene operando en estas instalaciones desde hace unos 25 años, es decir, al igual que el vuelo sin motor, era el otro uso perfectamente definido dentro de las mismas. Si ahora, 4 años después de terminar unas obras de ampliación que han supuesto unos 60 millones de euros, es necesario buscar ubicación para un servicio que operaba sin ningún problema con anterioridad a ellas, es obvio que hay algo que no se ha hecho bien. Y ya no es sólo con el vuelo sin motor».
«Si además -añade Roca- la solución para ubicar el helicóptero es precisamente junto al hangar para usos deportivos, además del error en la definición inicial del proyecto queda clara la voluntad de AENA para con el vuelo deportivo. El helicóptero de rescate ni tiene ni tendrá horarios. La directora tendría que explicar qué soluciones tiene previstas para poder estacionar planeadores en la plataforma oficialmente destinada para ello cuando un helicóptero con dos turbinas puede aterrizar o despegar en cualquier momento a escasos metros de aeronaves tan ligeras como los planeadores o los aparatos que opera Top Fly. Es fácil suponer lo que dice la reglamentación a este respecto».
LA SOLUCIÓN, BOLEA
El presidente de la Real Federación Aeronáutica Española afirma que hasta el propio Consejo Superior de Deportes entiende que la realidad es que se ha perdido una infraestructura deportiva, y recuerda que el origen del Huesca-Pirineos «es una instalación de uso exclusivamente deportivo. Es más, el Plan Director del Aeropuerto habla de «ampliar» lo existente para permitir (además) la llegada de tráfico comercial».
Una muestra más de la pérdida real de este carácter deportivo es -explica Roca- «la imposibilidad de realizar competiciones o eventos deportivos aeronáuticos como el campeonato de España realizado este verano en Santa Cilia. La directora lo confirma en sus declaraciones y actuaciones. Este mismo año ha impedido realizar unos entrenamientos de vuelo sin motor que estaban incluidos dentro del calendario nacional, y ahora, a finales de este mes, tememos que vuelva a suceder lo mismo con otro evento que teníamos programado».
Y cuando se le pregunta qué solución tiene el vuelo a vela en la Hoya, Roca declara: «Existe una solución planteada que me consta que desde todas las instituciones se ve con buenos ojos ya que además sería la menos costosa. Corregir los errores de diseño del aeropuerto supondría reconstruirlo de nuevo, ya que habría que separar las pistas y construir la terminal de pasajeros en el otro extremo del mismo como única solución para suprimir el cruce de pistas. Es inadmisible. La «solución Bolea» por el contrario tiene un coste muy inferior, aproximadamente la cuarta parte de las pérdidas económicas (publicadas por la propia AENA) que tiene el aeropuerto en un solo año. Además, supone una oportunidad de desarrollo muy evidente para la zona, ya que la instalación sería apta para otros usos que un aeropuerto comercial ya ha quedado claro que no puede ofrecer».
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