Los controladores de Valencia denuncian que Aena incumple el pacto que evitó la huelga

Aena y los controladores aéreos llegaron a un acuerdo a mediados de agosto que, en principio, aseguraba la paz social y terminaba con la amenaza de una huelga que hubiera paralizado los aeropuertos españoles. Sin embargo, las aguas vuelven a bajar revueltas en la torre y el centro de control de Valencia, donde trabajan unos 100 profesionales.

La sorpresa fue mayúscula el pasado viernes cuando comprobaron que una de las condiciones a las que se había comprometido Aena -cuatro días de trabajo y dos de libranza- se incumplía en los turnos asignados para septiembre, según denuncian desde el sindicato USCA en la Comunitat. Mal asunto si «el acuerdo de mínimos» ni siquiera se cumple, aseguran desde el sindicato.

No se esperaban esta maniobra de Fomento. «Nos hemos quedado perplejos» ante esta forma de actuar. De momento, mantienen la calma a la hora de anunciar protestas. Lo de la huelga ha quedado atrás y no es el momento de elevar el tono. Prefieren la cautela. «Todo es muy reciente. Esperaremos a ver qué hacemos, pero esperamos que Aena cumpla en un futuro».

Al parecer, la razón que apuntan desde el sindicato es que el Ministerio no puede atender los cuatro días de trabajo y dos de libranza con la actual plantilla pese al compromiso adquirido. Por ejemplo, en el centro de control, los turnos que se han planteado son de una media de cinco días de trabajo y uno de descanso. Algo que los controladores consideran insuficiente. Desde estas instalaciones se vigila el tráfico aéreo de la Comunitat, Murcia y Albacete una vez los aviones completan el aterrizaje o despegue (estas maniobras se siguen desde la torre de control).

La misma situación se repite en la torre de control, donde trabajan aproximadamente una veintena de controladores. En su caso, los «turneros» tampoco incorporan las nuevas directrices que se acordaron con el Gobierno.

El sindicato denuncia, además, que no se han respetado los ciclos de vacaciones para algunos de los trabajadores del centro de control. Por ejemplo «el pasado viernes, día 27, se enteraron de que no iba a poder disfrutar de las vacaciones que tenían en septiembre», según denuncian desde el sindicato.

La tensión entre los controladores aéreos -su trabajo es vital para la gestión del tráfico aéreo- y el Ministerio de Fomento se desató a raíz de la decisión del Gobierno de rebajar por decreto el sueldo medio. De aproximadamente 340.000 euros pasaron a los 200.000 anuales. Las denuncias desde entonces se sucedieron. En primer lugar, los profesionales alertaron de que no se respetaban los descansos dentro de la jornada laboral.

Estos periodos están justificados por el nivel de concentración que exige el puesto. Con el nuevo decreto se rebajó al 25% durante el día y al 33% durante el horario nocturno. Desde entonces, el sindicato de los controladores alertó de las bajas que se estaban produciendo debido al estrés y la sobrecarga de trabajo. En algunas jornadas, tanto en Manises como en el aeropuerto de El Altet se llegaron a registrar retrasos en los vuelos.