La mágica transformación de INECO en proveedor «low cost» de controladores
John White.
INECO, en sus continuos intentos de dominación mundial, no se contenta con percibir partidas millonarias de AENA por la elaboración de informes técnicos, encomiendas de servicios, auditorías fantasma y estudios de seguridad de sitios en los que después prestará el servicio. Un selecto club de ingenieros, tanto de INECO como de AENA, ha percibido sus buenas retribuciones por informes que muchas veces eran un corta/pega de trabajos realizados por trabajadores temporales mileuristas. INECO factura a AENA más del 80% de su actividad por contratos a dedo, privando a otras empresas españolas de área de negocio. INECO cede trabajadores a AENA constantemente, ya que AENA no contrata profesionales experimentados. INECO presenta unos balances contables saneados a costa de sangrar a AENA, su madre, que arroja pérdidas millonarias, pero ya se hará cargo el Estado de los agujeros.
En diciembre de 2.009 INECO comienza a formar secretamente personal AFIS en SENASA mientras le preparan el marco legal que les permita actuar a sus anchas. Patada neoliberal a la reglamentación aeronáutica. Posteriormente será el concesionario, por mandato de AENA, del servicio AFIS en La Gomera y El Hierro. Ante la presión popular y política por retirar el AFIS, INECO pretende ahora (no se sabe si de motu propio o por orden de AENA) una mágica transformación alquímica del personal AFIS en El Hierro a controladores «low cost» con un cursillo acelerado y a cucharadas en SENASA.
Hijas de generales y pseudopilotos en paro son algunos de los que constituyen ese selecto círculo de los «afiseros». Terreno de aluvión dócil y barato que tiene vocación de noble piedra pero que podría encontrar un futuro de precariedad laboral como el de los controladores aéreos a los que quieren emular.
INECO se constituirá en breve como proveedor «low cost» de control de tráfico aéreo en España. Control, no AFIS, lo que oyen. Será la filial «low cost» de AENA, e incluso se rumorea que podría privatizarse en el plazo de semanas. Se desconce si establecerá alguna alianza con otras empresas, ya sean constructoras o proveedores «low cost» británicos, por ejemplo (escenario bastante plausible).
A AENA le interesa trasladar la masa laboral de controladores de torre a centros de control, unos 300 controladores como mínimo, porque si no lo hace se verá sin controladores de ruta y aproximación el año que viene, eso si, con monoposición. Excelente maniobra que explica por qué AENA no quiere negociar y dinamita el acuerdo de bases.
La pregunta evidente es: ¿que pasará con los 800 controladores aéreos que trabajan en las torres de control españolas? Pues de acuerdo a lo publicado en la Ley 9/2010 solo tres cosas: o aceptan las leoninas condiciones laborales que les ponga encima de la mesa INECO, SERCO, Safeskys, ACS, Ferrovial, INDRA etc, o aceptan las (posiblemente) también condiciones sangrantes que les ofrezca AENA por cambiarse a un centro de control. Opcionalmente, el trabajador podrá rescindir su contrato y dedicarse al periodismo de investigación.
El futuro de todos los controladores españoles pende de un hilo. De sus decisiones dependerá el rumbo que esta privatización salvaje tome en los próximos meses. Y el último que apague la luz.