Proféticas palabras de Gaspar Llamazares en 2008 sobre la seguridad aérea
Intervención de Gaspar Llamazares (IU) en el Congreso tras la comparecencia de Magdalena Álvarez por el accidente del Spanair 5022
«Releyendo la actividad parlamentaria después de los accidentes a lo largo de las últimas décadas, tengo una sensación que me preocupa, y es la de que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. La mayor parte de la iniciativa legislativa de las iniciativas de investigación se produce siempre después de los accidentes. Años ochenta, comisión de investigación a iniciativa del propio partido del Gobierno, medidas y recomendaciones para equilibrar sector aéreo e investigación e inspección aérea. Años noventa, accidentes con iniciativas también de carácter legislativo. Años 2001, 2002 y 2003, Ley de Seguridad Aérea, después de accidentes importantísimos en las cercanías de Madrid o en el propio aeropuerto de Barajas. Espero que no sea así y que podamos trabajar de manera objetiva y continuada, sin necesidad de ser impulsados por el horror o también por cuando truena o se produce un accidente de estas características. Señora ministra, nosotros podemos estar de acuerdo con usted en algunas o en muchas de las cuestiones que ha trasladado a esta Cámara: en la relevancia de nuestro sector aeroportuario, cada vez más importante; en las mejoras del regulador europeo y de nuestro propio regulador, o en la evolución hacia una mayor seguridad, que también es un objetivo, tanto a nivel internacional como en nuestro país, pero todo ello no debería llevarnos a la soberbia en ningún caso, no debería llevarnos a la percepción de que lo hemos hecho todo y de que, a pesar de que hemos hecho todo, como no somos perfectos y como hay teoría de las probabilidades, finalmente se ha producido un gravísimo accidente.
Sin querer hacer relación causa-efecto, porque no es mi cometido en esta Cámara, sino el de la comisión de investigación, quisiera hacer un análisis crítico de lo que son nuestras responsabilidades públicas con respecto al sector aéreo y a la seguridad aérea. En primer lugar, señoría, ni la ministra ni yo como diputado podemos venir a esta Cámara de forma autocomplaciente, teniendo como tenemos una ley de los años sesenta que regula el sector aéreo. Es decir, a pesar de distintas manifestaciones de esta Cámara, manifestaciones por unanimidad, que han trasladado a diferentes gobiernos de distinto signo la necesidad de una ley del sector aéreo que no sea la Ley del Sector Aéreo Militar de los años sesenta, no se ha puesto en marcha -tengo que admitir que además es una responsabilidad propia, también como diputado- ese marco legislativo general sobre el sector aéreo. Esto es, tenemos un sector aéreo cada vez más relevante, con importantes beneficios económicos y también con riesgos, y sin embargo no le damos la importancia necesaria para tener una ley marco. La única ley marco que lo gobierna data de los años sesenta, y tiene una descripción de los medios aéreos prácticamente paleontológica, pero no una descripción real de lo que es en estos momentos el sector aéreo. Si las leyes demuestran la importancia de los sectores, no le hemos dado hasta ahora la relevancia que el sector tiene.
Podrán decir que es una crítica excesiva, porque mientras tanto se ha producido el desarrollo de la legislación europea, nos hemos incorporado a organismos internacionales, y por tanto lo tenemos todo garantizado. No es así. Mucha de esa legislación requiere de legislación propia de los países miembros para su aplicación. De hecho, la señora ministra ha dicho ahora que también pretende que se produzca algún avance en esta materia, en el marco de la Agencia Europea de Seguridad. Pues bien, nosotros creemos que esa es una primera crítica y en este caso la aplicaré como autocrítica, como parlamentario, pero también me gustaría que los parlamentarios de los grupos que han impulsado a los gobiernos la tuviesen en cuenta.
Acercándome más al problema que tratamos hoy, el de la seguridad aérea, mi grupo parlamentario también considera insatisfactorios el marco institucional y los órganos de seguridad de nuestro país. Puede ser que el resultado, gracias a la normativa europea, a nuestra propia gestión y a la profesionalidad del sector, sea positivo -es reconocido que la seguridad ha mejorado-; sin embargo, nada puede ocultar que la Ley de Seguridad Aérea del año 2003 está incumplida de la A a la Z, incumplida, porque si esa Ley de Seguridad intentaba incorporar legislaciones europeas para dar un marco general de carácter consultivo al sector aéreo, hay que decir que hoy por hoy, cinco años después de haberse aprobado la ley, no hay consejo consultivo del sector aéreo de España. No lo hay. No lo hay, y los sucesivos gobiernos no han tenido voluntad de que ese consejo consultivo exista. Y es importante; los sindicatos, las empresas, todos los sectores implicados en torno al sector aéreo, no nos hemos preocupado demasiado por una ley general, tampoco por un consejo consultivo en relación con el sector aéreo. Pero más preocupante nos parece lo que ocurre -y lo ha dicho la propia ministra- con respecto a la Comisión Nacional de Investigación de Accidentes e Incidentes en Aviación Civil. Han pasado cinco años desde que se aprobó la nueva comisión nacional, que tenía dos aspectos fundamentales: primero, control parlamentario -el presidente de la comisión nacional, en aras de su independencia, mediante una comparecencia ante el Parlamento, era valorado en su plan básico en esa comisión nacional de investigación-, y otro aspecto fundamental era dotar a esta comisión nacional -lo dice la propia ley- de autoridad en la materia. Esos aspectos todavía están pendientes. No hemos tenido la comparecencia del presidente de la comisión nacional, no se ha constituido la comisión nacional de acuerdo con la ley de 2003, sino de acuerdo con el decreto anterior. Y, por otra parte, tampoco tenemos ese nuevo órgano con autoridad en materia de investigación de seguridad aérea. Creo que deberíamos hacer algún tipo de autocrítica, al menos porque los dos títulos fundamentales de esa ley son el del consejo consultivo y el de la comisión nacional de seguridad.
Voy al tercer título, que me parece muy relevante y que ha tenido que ver con algunas de las matizaciones y valoraciones de la propia ministra, y que se refiere al cuerpo de inspectores. En esa misma ley se crea el cuerpo facultativo de inspectores, se le dota de autonomía y de autoridad. Ese cuerpo no existe, es un cuerpo vacío. Es un cuerpo vacío porque las previsiones de ese cuerpo de inspectores -en estos momentos cuatro inspectores, realmente en activo dos- no se corresponde con las necesidades. Me puede decir la señora ministra, y tendrá razón, que se hace a través de los entes colaboradores. Pero la propia ley diferencia claramente lo que es un inspector funcionario, con responsabilidad y con autoridad, inspector facultativo, de lo que es un colaborador. Lo que han hecho los sucesivos gobiernos es suplir, mediante subcontratas de una empresa pública, inspectores por lo que podemos denominar colaboradores de la inspección. En nuestra opinión, es un hecho relevante. No debería ocurrir y en ese sentido también le haremos propuestas al Gobierno en esta materia.
Señorías, nos preocupa también la seguridad en los aeropuertos en general y la seguridad en particular en el aeropuerto de Barajas. Nuestro grupo parlamentario ha trasladado a esta Cámara que era necesario, más allá del Plan de 2005, después de la ampliación de Barajas, un plan de seguridad que incluyera la seguridad exterior. Hasta Belvis han llegado algunos trozos de los restos del accidente y, sin embargo, todavía no existe plan de seguridad exterior. En nuestra opinión, en esta materia también deberíamos mejorar los planes de seguridad y la coordinación entre los aeropuertos y las comunidades autónomas afectadas.
Termino, señora ministra, planteándole una preocupación general y haciéndole varias propuestas. La preocupación general es que yo creo que sigue siendo actual la reflexión de la comisión de investigación creada en los años ochenta, cuando dice que el sector ha aumentado de manera relevante y, sin embargo, el regulador no ha aumentado a su misma velocidad. Da la impresión, por muchos esfuerzos profesionales, por mucho incremento de inspecciones, de que en estos momentos el sector es un elefante y el regulador es un ratón. Y solamente en los cuentos los elefantes tienen miedo al ratón.
En la realidad no le atemoriza lo más mínimo y se corre el peligro de aplastar al ratón. Es una reflexión que me gustaría trasladar en estos momentos a un sector muy potente, con un gran volumen económico, también con presiones muy importantes de todo tipo, y sin embargo un regulador que en nuestra opinión todavía es un regulador débil, un regulador público frágil, que debemos fortalecer.
Para ello le propongo, señora ministra, que como medidas que me parecen ineludibles por parte del Gobierno, en primer lugar y de cara ya a los próximos presupuestos, se dote el cuerpo facultativo de inspectores, que pueden colaborar con otros inspectores jubilados, como en este caso lo son los inspectores que colaboran en las inspecciones, y sobre todo con la gran mayoría de ellos que son pilotos, mientras que hay muchos menos inspectores de otro tipo -en esa dirección creo que debe dotarse el cuerpo de inspectores-; en segundo lugar, que se desarrolle la Ley de Seguridad Aérea, que se apliquen las leyes, porque uno de los principales problemas de un país no es solamente que actúe cuando truena, sino que no aplique sus propias leyes, y en este caso la Ley 21/2003, de Seguridad Aérea, no se cumple ni en la comisión nacional ni en el consejo consultivo ni en relación con el cuerpo facultativo de inspectores, es decir, el cuerpo general de la ley está en nuestra opinión deficientemente cumplido; que comparezca la señora ministra, ante esta Cámara, para explicar la trascendencia del reglamento europeo 216/2008, que va a tener en nuestra opinión relevancia en relación con la normativa en materia de seguridad aérea y, por último, que se comprometa a la elaboración de una nueva ley del sector aéreo a lo largo de esta legislatura. Nos parecen cuestiones fundamentales y nosotros -quiero terminar con esta parte- creemos que era ineludible esta intervención ante la Cámara por parte de la ministra, y la Cámara no va a suplantar a la comisión de investigación, no se trata de eso. Ha habido otras ocasiones en que la Cámara ha trabajado en paralelo con una comisión de investigación en lo que son sus responsabilidades públicas, que es que mejoren los mecanismos públicos de seguridad, y, por otra parte, nosotros esperamos desde nuestro grupo parlamentario que, además de valorar los avances, también se propongan por parte del Gobierno mejoras. Eso no significa ninguna culpabilidad, ninguna asunción de responsabilidad por parte del Gobierno -eso lo veremos en la comisión de investigación que está trabajando-, sino que eso significa actuar como un Gobierno responsable, aunque a veces ocurra que tengamos que actuar ante catástrofes como la que se ha producido en los últimos días.»