El 2% de la población activa depende de AENA
AENA genera en España, según el director de Planificación y Control de gestión del ente -Ángel Luis Arias-, un total de 440.000 puestos de trabajo, 140.000 de ellos directos, lo que representa el 2% de la población activa de nuestro país.
A escasas semanas de que AENA anuncie la privatización de las torres de control y la entrada de capital privado en los aeropuertos, el fantasma de los expedientes de regulación de empleo se cierne sobre una masa laboral ya de por si mermada por el decretazo a los empleados públicos y el torpedo antidemocrático a los controladores que sirvió como experimento contra los convenios colectivos.
Empresas británicas como SERCO y Safeskys, interesadas en participar en la tarta aeronáutica y que ya han mantenido contactos con Fomento y AENA, poseen los recursos necesarios para sustituir toda la cadena laboral por empleados propios. La entrada de constructoras en la privatización de los aeropuertos, cuya cifra de negocio se ha resentido tremendamente tras el tijeretazo de José Blanco a las licitaciones de obra pública, agrava aún más en porvenir de cientos de miles de trabajadores cuyo sustento depende de la entidad empresarial AENA, que se escindirá en dos sociedades -aeropuertos y navegación- en breve. La desmesurada deuda de AENA, de 12.000 millones, sin duda alentará políticas de reducción de personal en las entidades mixtas que surjan de la privatización.
Ese 2% de la población activa cuyo empleo depende, directa o indirectamente de AENA, observa con recelo una política privatizadora que podría acarrear masivos expedientes de regulación de empleo, la externalización de servicios «low cost» y la merma de la calidad del servicio, como ya ocurrió tras la privatización de otras empresas públicas españolas y extranjeras en el pasado.