En el filo de la navaja: cuestiones candentes sobre la gestión de AENA
John White.
Antecedentes
El crecimiento exponencial del tráfico aéreo de los últimos años no ha llevado un crecimiento paralelo de los recursos. Y de estos mimbres, estos lodos. La falta de contratación de nuevos controladores llevó a la política cortoplacista de las horas extra, que a la postre le han salido más baratas a AENA y han barrido el problema debajo de la alfombra. El crecimiento del turismo y el crecimiento del transporte aéreo han sido variables acopladas, en consonancia con la crisis del ladrillo y del modelo de turistas «low cost». Este modelo ha explotado y ha llegado la hora de obrar atinadamente sin la embriaguez propia de los periodos de vacas gordas.
Hemos vivido una sobredosis de aeropuertos construidos por intereses políticos, al margen de la necesidad real. Ahora ustedes, señores de Fomento y AENA, no saben que hacer con ellos, salvo endosarles un AFIS o un control «low cost» apresurado y rezar para que no se caiga un avión.
El modelo de gestión en red, antes valorado, es ahora denostado y se vende una liberalización del sector cuando se debería analizar la conveniencia para la España en crisis de una política de subastas para hacer caja apresuradamente.
Vivimos un colapso de la capacidad del espacio aéreo. Una terminal de mármol faraónica no aumenta la capacidad, aunque ustedes parezcan no comprender este hecho. Los cuellos de botella están en otra parte. Les ha faltado a ustedes anticipación y rigor técnico aeronáutico y se ha alcanzado un punto de inflexión en el que tres variables han jugado un papel: el colapso financiero internacional, el tirón de orejas de Europa y la crisis del ladrillo.
¿Y ahora que hacemos?
Ustedes, señores de AENA y Fomento, aplican La ley del Péndulo. Vamos de un extremo al otro. Les ha pillado el toro con los deberes sin hacer. Y solo se les ha ocurrido satanizar a los controladores y ponerles en la picota mediática, en vez de agradecer sus esfuerzos y abrir un debate sereno sobre el futuro del sector y el papel que en él han de jugar los controladores.
El eufemismo de la «reforma estructural» que ustedes pregonan no es otra cosa que la incapacidad de reconocer los errores propios y achacar todos los males del sector a los trabajadores, sin los cuales el transporte aéreo en España no habría podido dar los ingresos necesarios al sector turístico del que depende un buen porcentaje del PIB.
Pende sobre todos nosotros la espada de Damocles del Cielo Único Europeo. Se puede y se debe perseguir un aumento de la capacidad y la eficacia, pero haciendo los deberes bien y no fijando objetivos poco realistas que ustedes mismos no se creen. El papel lo aguanta todo, pero la realidad no.
Los árboles no les dejan ver el bosque: al margen de los ratios coste/eficacia y los indicadores ACE y PRB, el sistema tienen que funcionar y ahora no lo hace. Habrá que partir de datos exactos y no seguir haciendo lo del avestruz. Habrá que tener cabeza y reconocer por dónde hace aguas el barco.
Se está excluyendo sistemáticamente a los controladores a nivel europeo de la toma de decisiones, y esto es un grave error. En España, con las políticas de ustedes, el caso es más sangrante y está abocado al desastre.
Por más acción de lobby que hagan CANSO, la IATA y la Comisión Europea escudándose en la corresponsabilidad entre proveedores y las compañías aéreas, por más hojas de cálculo que le encarguen a los subalternos, la realidad de los hechos es que el control del tráfico aéreo a nivel europeo requiere de la participación, que no de la sumisión, de los controladores aéreos.
Las demoras vs. la seguridad aérea.
Ustedes saben que nivel de demoras tenemos en España así como las verdaderas razones.
La falta de capacidad del espacio aéreo es un problema estructural a nivel europeo y especialmente grave en España. ¿Le han contado ustedes a las compañías aéreas que no es seguro operar el actual número de movimientos? ¿O por el contrario han pactado un factor de riesgo y de demora con ellas, para luego acusar a los controladores de las demoras? ¿Venden ustedes más SLOTs que la capacidad declarada? ¿Incrementarán de nuevo la capacidad declarada de manera unilateral y sin estudio técnico alguno? ¿Cuantos accidentes ha dicho que se podía permitir al año el presidente de una conocida línea aérea española? ¿Es que a todos ustedes «se la pela» la seguridad?
Se hace necesario un diseño racional del espacio aéreo y una reevaluación de los recursos técnicos y humanos. Las deltas militares en España ocupan un porcentaje de espacio aéreo incompatible con la demanda del tráfico civil. Esto es sabido, pero nadie le pone remedio.
El aumento desproporcionado de la carga de trabajo de los controladores (CDT) va en detrimento de la seguridad, y ustedes lo deberían saber. La capacidad del espacio aéreo es una variable que depende de la CDT, y no al revés. No se puede poner el carro delante de los bueyes.
Ustedes cierran sectores y luego pretenden cargarse de un plumazo las regulaciones de FLOW, en contra de la más elemental política de seguridad.
Nefastas políticas de recursos humanos y errores de concepto.
Sus políticas de RRHH no están teniendo en cuenta una serie de variables que en otros países si se consideran. Factores psicosociales como la motivación, el estrés, los descansos, la turnicidad salvaje, el acoso legislativo y empresarial, la política del expediente y el «gran hermano» que todo lo vigila no contribuyen a generar el necesario clima de productividad que ustedes demandan.
A estas alturas del sainete, la imposibilidad de mejora sin la colaboración y la motivación de los controladores, eslabón fundamental, «know how», fuerza de trabajo y valor seguro, debería ya haberles quedado clara.
Pero existe un error de concepto por parte de las compañías aéreas que ustedes han alentado y que ahora no saben como enmendar: «que los controladores sean los malos de la película». El lobby CANSO-IATA debe cambiar de actitud. El coste para las compañías aéreas ha aumentado en España, luego algo no se está haciendo bien. Lo que ahorran por un lado lo gastan por otro. ¿Se les advirtió a las compañías aéreas de que subirían las tasas aeroportuarias? La satanización de los controladores es ya un argumento manido y gastado que no convence a nadie. Formar controladores aéreos no da votos ni aúpa carreras empresariales, pero destruirlos mediáticamente al parecer si.
La irresponsable política de inseguridad aérea.
Ustedes practican políticas irresponsables y ajenas a la «just culture». «AFIS everywhere», monoposición y servicio de plataforma son los ejemplos más claros. Pero la merma de la seguridad y la calidad del servicio que se avecina tiene otras razones de fondo:
- – Cálculo unilateral de capacidades.
- – Reducción de plantillas.
- – Reducción de descansos sin un estudio de riesgos.
- – Llamarle procedimiento a lo que no lo es.
- – Procedimientos no simulados.
- – Falta de formación continua y de simulación de contingencias.
- – Exclusión de la experiencia operacional de los controladores y los pilotos.
- – Connivencia con la AESA, a quien usan ustedes de brazo armado.
- – La política de taparlo todo y que nada trascienda.
Todo ello conforma un escenario dantesco que es fruto de políticas irresponsables carentes de transparencia, autocrítica y sana reflexión con los actores implicados en la cadena de seguridad
Escisión de AENA en dos empresas, privatización y liberalización del control de aeródromo.
Olvidan ustedes que el control del tráfico aéreo debería ser un sector estratégico. Al igual que los distintos gobiernos han preservado la acción de oro en la energía y la defensa, otro tanto debería hacerse con el control, por el bien de este país. No se escuden ustedes en el Cielo Único Europeo para entrar como elefante en cacharrería y ponerlo todo patas arriba, que no es sensato. No vendan su intento de hacer caja como una necesidad para la convergencia con Europa, que «Spain is different».
El modelo de gestión en red, tan alabado por propios y extraños, ¿era tan malo? Yo creo que no. Pero dejen ya de construir terminales faraónicas y aeropuertos fantasma y aprendan de los errores.
La liberalización salvaje que ustedes están pergeñando corre el riesgo de convertir la seguridad aérea en un caso Yakolev 42 «a lo bestia» en el que se pierda la trazabilidad y se acuda a Santa Bárbara cuando truene, es decir, cuando ocurra un accidente.
¿Saben esto sus futuros socios capitalistas? Cuéntenselo. A ver que opinan al respecto.
El desenlace
Las políticas irracionales contra la seguridad aérea que ustedes propician desembocan en una responsabilidad penal del controlador inasumible que no contribuye tampoco a que los controladores estén por la labor de entrar «en sus números», al margen de que ya no pidan más dinero.
El discurso de «la pasta» y «los malos» se les ha agotado a ustedes. Cambien de tercio y piensen un poco. Dejen «la cornada», que esto no va de toros.
Si a ustedes la seguridad aérea «se la pela», a los controladores no. Y ese factor es importante.
Las cosas no funcionan por la vía de la imposición. El barco hace aguas. Los controladores españoles son ahora un león acorralado al que las decisiones irracionales les parecen la única salida después de lo que ustedes han hecho con ellos: ¿huelgas masivas a la francesa? El tiempo lo dirá.
La necesidad de aunar esfuerzos y el cese de las políticas del ordeno y mando son perentorias si queremos salir de este experimento que ustedes han montado.
Señores de AENA y Fomento, y lectores en general. Deberían darse cuenta ustedes de que los controladores están aquí para ayudarles, porque son un «know how» imprescindible sin el cual todo se irá a pique tarde o temprano. Reflexionen.