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«Estamos como en el limbo»

Adscrita a Lavacolla, Susana Romero supera el tope de horas en una semana//"Estamos como en el limbo", denuncia

Los controladores vuelven a estar en el punto de mira. Y esta vez no es por los salarios, sino por el exceso de horas. De no cumplirse las reivindicaciones de los sindicatos, la actividad del Centro de Control de Área Terminal de Santiago no tardaría en verse afectada. En la práctica el paro repercutiría también en Peinador, Alvedro e incluso en Oporto. Susana Romero -controladora en la base compostelana- está a punto está de sobrepasar el límite de horas establecido por la Ley 9/2010. El tope se sitúa en 1.670 horas anuales, techo que la profesional superará el 27 de noviembre. ¿Qué pasaría a partir de entonces? "Eso es lo que le preguntamos nosotros a AENA. Estamos como en el limbo", sentenció ayer Susana Romero ante los micros de Radio Obradoiro. "Si después del 27 voy a trabajar y hay algún incidente, yo estaría fuera de la ley… No puedo estar arriesgando mi futuro en base a una indefinición, a una falta de planificación… Quiero garantías". "Con un límite de 1.670 horas al año, podríamos trabajar como máximo 140 horas mensuales. Algunos meses llegué a sumar 186 ó 190", advierte.

La controladora achaca a un "problema histórico" de "falta de plantilla" la situación que afronta a día de hoy la terminal de Santiago. Incluso antes de que la nueva ley entrase en vigor, en el Parlamento español se presentó una pregunta saber en qué circunstancias se encontraba el personal de Lavacolla. Fomento contestó entonces que "era más que suficiente". "Curiosamente unos días después se presentó un concurso de traslados con once plazas de nueva creación", critica. "No se entiende que desde Fomento digan que es suficiente y luego desde AENA creen plazas", añade. "Ahí hay falta de comunicación, desconocimiento o tratan de engañar a la gente".

"Somos un colectivo incomprendido por el desconocimiento que hay de nuestro trabajo", asevera. Máxime cuando lo que se difunde "es una versión interesada de nuestra tarea". "Nunca se habló de nuestro trabajo, sino de unas retribuciones tremendas, muy sobredimensionadas…". "Es bastante injusto que demonicen lo que hacemos. Es muy necesario, especialmente en nuestro país porque estamos en la periferia y necesitamos que funcione con normalidad".

 

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