Son Sant Joan es el aeropuerto con más retrasos de Europa
En julio y agosto siete de cada diez vuelos despegaron tarde de Mallorca, con una demora media de más de 40 minutos
ALBERTO MAGRO. PALMA. En el país de los retrasos aéreos, Son Sant Joan es el rey. Nunca lo fue, pero la situación ha cambiado en un año. Y de qué manera. De no figurar casi nunca entre los veinte aeropuertos con más retrasos de Europa, Mallorca ha pasado a ocupar el primer puesto continental de un ránking sin honor. Según los datos de Eurocontrol, el organismo europeo que vela por la seguridad aérea, entre principios de junio y finales de agosto Son Sant Joan destacó como el aeropuerto europeo que más hizo esperar a sus usuarios antes de despegar. Fueron 25,4 minutos de demora media, tiempo de tortura con el que las pistas mallorquinas superan a gigantes como Gatwick (Londres), el siempre congestionado Barajas y algunos de los puntos más calientes del turismo veraniego, como Roma, París, Milán, Atenas o Ámsterdam.
El pulso planteado por AENA y el ministerio de Fomento a los controladores y la posterior ola de bajas causada por la cancelación de vacaciones, la reducción de los tiempos de descanso y en general unas condiciones de trabajo más duras están detrás de que España se convirtiese este verano en el gran punto negro del tráfico aéreo europeo. Cuatro de sus aeropuertos (Palma, Madrid, Barcelona y Málaga) figuran entre los diez que peor funcionaron. Aunque ninguno sufrió un deterioro del servicio tan rápido y tan profundo como el de Son Sant Joan, que duplicó en un año sus retrasos medios.
Tal fue la caída que no hay un solo dato positivo para Palma ni en los informes de Eurocontrol de los meses de junio, julio y agosto, ni en el resumen de todo el verano. Los peores momentos se vivieron en julio y agosto. Con los turistas llegando a Mallorca a razón de 370 aviones por día, el aeropuerto de Palma (el decimocuarto más activo) fue el cuarto más atascado del hemisferio norte en julio. Solo Túnez, Rodas (Grecia) y Alicante acumularon más minutos de retraso medio. Aunque no más vuelos retrasado. En eso Mallorca y su aeropuerto no tuvieron rival la mayor parte del verano. Y no extraña que así sea: pocos aeropuertos se acercan siquiera al 70% de vuelos que salieron tarde de Mallorca en julio, o al 63,2% de despegues fuera de hora de agosto.
Ni siquiera Madrid presenta números tan malos. Y eso que el aeropuerto de Barajas, con su flamante y multimillonaria T4 (costó 6.200 millones, cifra que supera en 900 millones la deuda de AENA), fue algunas semanas del verano una trampa en la que cayó toda Europa. Ocurrió en los momentos de más turistas del julio español, cuando 10 de las 20 rutas más problemáticas de Europa tenían salida o llegada en Madrid. Las terminales baleares no le fueron a la zaga. Con Mallorca líder en la tabla de la ineficiencia, Eivissa fue en agosto el quinto aeropuerto más congestionado de Europa: más de la mitad de los vuelos de las Pitïusas (57%) salieron tarde en agosto. Ni siquiera el modesto aeropuerto de Maó se libró de los retrasos. Por eso en agosto ocho de las veinte rutas aéreas más atascadas de Europa enlazaban con baleares.
Alemanes castigados
En agosto, el mes con más turistas, el enlace entre Palma y Londres impacientó con una espera media de 42,9 minutos a los pasajeros de tres de cada cuatro vuelos (el 75%), desastre casi calcado al de la ruta que une Son Sant Joan con Barajas. Aunque quizá la peor noticia sea el castigo infligido a los turistas del principal cliente de Mallorca, Alemania, que se vieron obligados a esperar más de media hora para coger tres de cada cuatro vuelos con destino a lugares como Düsseldorf.
De ahí la preocupación de los operadores turísticos, que advierten del "terrible daño" que le hace el mal funcionamiento del aeropuerto a la imagen de Mallorca. "Es inaceptable. Debemos arremangarnos todos y presionar para que estos retrasos se reduzcan. Hay mucho en juego", argumenta la presidenta de la Asociación de Agencias de Viajes de Balears, Silvya Riera. Con ella coinciden en las principales aerolíneas, en las que lamentan los elevadísimos sobrecostes que han de afrontar como consecuencia de las demoras de un aeropuerto que se lleva una buena tajada de cada billete en tasas. "Este verano los problemas para trabajar con puntualidad llegaron a ser desesperantes", resumen en Spanair, aerolínea con base en el Prat barcelonés castigada por una de las tres conexiones más saturadas de Europa: la que lleva de Palma a Barcelona. Otra de ellas, cómo no, es la que va de Madrid al aeropuerto que hoy reina sobre los retrasos aéreos europeos: Son Sant Joan.
