Controladores aéreos,  Estado de alarma,  Seguridad Aérea

‘Vamos a acabar empotrando un avión’

  • «Lo que les ocurrió fue “un ataque de histeria sideral” que les cegó
  • “Somos la cortina de humo, el Gobierno nos utiliza para privatizar Aena

Lola Sampedro | Palma

Unos dos euros de cada billete que compran los viajeros van a las nóminas de los controladores. Sin embargo, Cristina habla de sueldos muy alejados de esos 350.000 euros que denuncia Blanco. Cristina, que jamás ha hecho una sola hora extra, cobra 3.500 euros desde el mes de agosto. Antes, de febrero a agosto, cobraba en torno a los 6.000 euros por trabajar 200 horas al mes. Antes de febrero, se embolsaba unos 8.000. Aclarar que Cristina cobra como veterana y hasta agosto, momento en que su cuerpo se rindió, ocupaba un puesto de aproximadora, uno de los más complicados del centro de control.

A sus 45 años, con 14 en la profesión, esta licenciada en Biológicas se entristece al ver cómo hoy muchos «se avergüenzan de ser controlador aéreos». Se reconoce como cabeza de turco y critica que durante estos últimos meses todos los males de los aeropuertos se les achacan a ellos: «en septiembre el 50% de los retrasos fueron culpa de las aerolíneas, pero ellas tienen órdenes de decir que nosotros somos los culpables».

Con la opinión pública en su contra y sufriendo la mano dura del Gobierno, ella dice convencida que tirará la toalla. «En cuanto me casquen el siguiente convenio me voy», asegura que entonces sí, al igual que otros compañeros, entregará su trabajo.

Mientras tanto, continúa en el centro de control de Palma, pero alejada de los monitores. Desde que su cuerpo colapsara en agosto, con esa subida de tensión y sin poder dormir, se reincorporó a las oficinas. Su nueva labor consiste en escuchar cintas confidenciales, algo a lo que ella se niega en rotundo. Se trata de conversaciones entre pilotos, controladores y otro personal aeroportuario. Según Cristina, esas cintas sólo deberían escucharse en caso de accidente o por orden judicial, pero desde hace unos meses Aena se ha sacado de la manga la necesidad de hacerlo de forma gratuita.

Ahora, sin dirigir aviones y logrando conciliar el sueño sólo con la ayuda de un somnífero, Cristina sólo se representa a sí misma, sin ser portavoz de nadie más. Con esa libertad habla desde su blog, que este fin de semana, en tan sólo dos días registró más de 570.000 páginas vistas, 10.000 comentarios y 500 mails. Un blog privado por el que Aena le ha abierto ya dos expedientes disciplinarios y que ha acabado por convertirse en el catalizador de la furia de los viajeros que se quedaron sin su puente de la Constitución. Y allí se la encuentra a diario, sorteando insultos.

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/07/baleares/1291706708.html

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