Una reflexión sobre controladores y viajeros
Creo que he tenido suerte.
Yo, que tengo mi segunda casa en un aeropuerto y que como viajera he sufrido muchos percances como por ejemplo:
–Quedarme colgada en ocasiones varias por cancelaciones inesperadasde ciertos vuelos causadas por:
- Porque te pilla en medio de un viaje una huelga de pilotos, o de controladores, o de transportes… inesperada en algún lugar del mundo que te afecta de rebote (tengo especal querencia por las huelgas en los aeropuertos franceses, esas me tocan todas)
- Porque entra en erupción un volcán y se cierra el espacio aéreo de algún país
- Porque hay temporal (muy habitual en Galicia).
- Porque hay retrasos por causas técnicas (es lo que siempre se dice en estos casos para que los pasajeros estemos tranquilitos) que te hacen perder conexiones…
Se bien lo que es perder una cita importante por culpa de un percance aéreo, o empezar unas vacaciones con mal pie, o ver como se desmorona un sueño porque el avión no despega… y en mi casa están acostumbrados a recibir llamadas mías desde lugares extraños a horas intempestivas avisando de que ha habido problemas con mis vuelos y por tanto voy a llegar un día mas tarde de lo previsto. Sí. Podría escribir un libro con anécdotas varias recopiladas en mis ya caso veinte años de experiencia viajera.
Sin embargo esta vez he tenido suerte. La huelga de controladores me he pillado en casa pues al contrario de lo que les pasa a muchos viajeros, yo en puentes y festivos suelo quedarme. Si, los periodistas de viajes solemos ir contra corriente y cuando todos salen de vacaciones nosotros regresamos y con ganas de estar quietos unos cuantos días
Por eso no solo me he librado de pasarme horas y horas desesperada en un aeropuerto sino que he tenido tiempo para poder seguir los informativos sobre el tema. He leído y escuchado atentamente las versiones de todos: de los pasajeros que son las verdaderas víctimas de todo esto (a los que entiendo perfectamente y con los que me solidarizo abiertamente desde este foro), de los políticos del gobierno y del otro lado y de los controladores aéreos que han lanzado ya varias cartas y comunicados explicando la razón de tan desproporcionada pataleta. Y ahora estoy totalmente confusa.
Lo primera conclusión que saco es que hay que dar gracias porque si realmente los controladores están sometidos a la presión que dicen, con jornadas interminables, sin convenio colectivo y legislados a golpe de decreto es alucinante que no haya mas percances aéreos en este país. No entiendo mucho de aviación pero si lo suficiente como para apreciar la importancia de su trabajo y como usuaria frecuente de aviones me tranquilizaría mucho más saber que quienes velan por el buen transcurso de mi vuelo están trabajando con sus capacidades al cien por cien. No bajo presión política.
Eso si, los controladores, por muy presionados y agobiados que estén NUNCA debieron llegar al extremo de paralizar un país. Si querían presionar al gobierno tendrían que haberlo hecho sin fastidiar al resto de los ciudadanos y garantizando unos servicios mínimos. Pero tampoco creo que sean tan malísimos como nos los pintan algunos, sobre todo después de leer atentamente esta carta (larguísima) de un controlador aéreo al Ministro de Fomento publicada por distintos medios. Siempre hay una gota que colma el vaso y en caliente, todos solemos tomar decisiones de las que luego nos arrepentimos. Y más en este caso en el que creo que el Gobierno tampoco lo ha hecho bien. Si realmente éste es un estado democrático, deberían existir otras formas de negociar que no fuesen a golpe de decreto, ni bajo amenazas (esto va por los dos protagonistas de esta ya larga historia).
Creo que ha habido muy malas formas de actuar por ambas partes y ahora, espero que el tiempo y los jueces se encarguen de poner a todos en su sitio (un buen órdago que le ha caído al poder judicial).
Pero ¡por favor!, decidan lo que decidan, pase lo que pase que nadie se olvide de que esos aviones que los controladores dirigen y que los gobiernos manejan van llenos de gente, de trabajadores que necesitan volar para poder trabajar, de personas que necesitan volar para ver a sus familias, de enfermos que necesitan volar para que les atiendan ciertos especialistas, de estudiantes, de empresarios, y de turistas y viajeros empedernidos como los que siguen este blog que necesitan volar cuanto más lejos mejor para no sufrir un síndrome de abstinencia. Y para que el sector turismo, uno de los más importantes de nuestro país (y uno de los que más se ha descuidado), sea rentable y goce de la credibilidad necesaria para que muchos podamos seguir viviendo de él.
Por favor, solucionen este lío de una vez por todas porque al final como siempre las víctimas somos nosotros. Los ciudadanos de a pié que queremos, necesitamos y soñamos con viajar. Y con un utópico mundo más civilizado.
http://www.laviajeraempedernida.com/2010/12/07/una-reflexion-sobre-controladores-y-viajeros/