Prórroga arbitraria
Pedro Chico, diputado del PP
El Gobierno Socialista ha conseguido su propósito: solapar, en primer lugar, los agudos inconvenientes y dificultades de nuestro país y, en segundo término, esquivar la atención sobre la amputación mas titánica de los derechos sociales, que afecta, sobre todo, a los mas desvalidos de nuestra sociedad.
En consecuencia, objetivo alcanzado, por el insigne y egregio Rubalcaba, con la declaración de estado de alarma, el pasado puente de diciembre. Ni, a mi entender, el estado de alarma decretado está amparado legalmente, ni tampoco está justificada la prórroga del mismo, que me parece una resolución absolutamente arbitraria. Ha constituido una paladina decisión política que marca un precedente tremendamente arriesgado y comprometido. Es tan feble y frágil el estado de este Gobierno, que es capaz de adoptar decisiones desproporcionadas y extravagantes.
No es sensato que un Gobierno democrático, serio y responsable arbitre la utilización de una herramienta tan insólita como es el estado de alarma con el fin de disfrazar su impotencia en la resolución de un conflicto laboral.
El súper vicepresidente, Pérez Rubalcaba, ha logrado centrar el foco de todos los españoles en el asunto de los controladores. No seré yo quien efectúe apología de estos trabajadores, pero el Gobierno de la Nación ha sido cooperador necesario de la hecatombe y caos originado el fin de semana de marras. ¿Por qué? Pues, sencillamente porque sabía lo que ocurriría y no lo evitó.
El Gobierno Socialista ha utilizado las estrategias elaboradas por el lingüista Noam Chomsky, relativas a la manipulación mediática. La primera y principal es la calificada como la de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes. Mantener al público ocupado, entretenido, sin ningún tiempo para pensar. En este sentido, los prestidigitadores de la propaganda y la publicidad, eso sí fraudulenta y tramposa, no deseaban que los ciudadanos analizaran la última poda a las políticas sociales perpetrada, de nuevo, por lo socialistas.
La supresión de MUFACE, la eliminación de los 426 euros destinados a los parados de larga duración, los varapalos de la bolsa y la subida de nuestra prima de riesgo, la prolongación de la edad de jubilación, el incremento del gasto en los presupuestos generales del estado en 7.000 mil millones de euros con respecto al ejercicio 2010, los informes de la agencias que determinan la mala salud de nuestro sistema financiero, etc., son cuestiones de las que Zapatero no quiere ni oír ni, desde luego, que se mencionen.
La prórroga del estado de alarma no tiene otra intención que tratar de transmitir y proyectar la imagen de un Gobierno fuerte y contundente cuando la realidad es más bien distinta. Censuro de la manera más enérgica los estados preventivos, y no me sorprendería, dada la insolvencia de este Gobierno, que si se produjera el anuncio de una manifestación de los ciudadanos contra el Gobierno Socialista, este estime que puede constituir una perturbación grave del orden interno y resuelva decretar el estado de excepción. Este Gobierno es muy proclive a la imposición de decretos tiránicos.
Con estas decisiones abiertamente ilegales y, por ende, inconstitucionales se está debilitando y socavando los principios que sostienen nuestro sistema democrático. Esto es, simplemente, alarmante.
http://www.teleprensa.es/murcia-noticia-265151-Pr26oacute3Brroga-arbitraria.html