Los incidentes aéreos se duplican en pleno conflicto laboral de Aena
D. Toledo. El Confidencial.
Los conflictos laborales no salen gratis. Las notificaciones de incidentes en los aeropuertos españoles remitidas a la Agencia de Seguridad Aérea (AESA) se duplicaron en 2010, en pleno conflicto laboral de Aena con los controladores aéreos. De las 5.002 denuncias de sucesos que comprometieron en algún grado la seguridad en 2009, se pasó a la friolera de 11.103 el año pasado. Solventado el problema con las torres de control, el gestor aeroportuario se enfrenta ahora a la revuelta de sus 11.000 trabajadores, que han convocado 22 jornadas de huelga -incluidas fechas en Semana Santa- para protestar por la privatización de la entidad pública.
¿Está la seguridad en cuestión? “Los aviones están arriba. Esperemos que no haya incidentes –reflexiona Luis Mouton, secretario general de USO, uno de los sindicatos convocantes-. La labor que se realiza en Aena requiere profesionales cualificados. ¿Mantendrá los niveles de calidad una empresa privada o se limitará a contratar lo que pueda para rentabilizar su inversión? El problema ya está sobre la mesa. Aena ha ofertado para este año 36 plazas, cuando las bajas en el ejercicio superan las 230. Nuestro problema no está en la venta de un 49% del holding, sino en las concesiones de Barajas y El Prat. Los pliegos deben recoger la asimilación del personal de Aena… y bajo el paraguas del convenio de Aena”.
El gestor entiende que el aumento exponencial de las denuncias “no debe ser interpretado como un aumento real en el número de sucesos, sino como consecuencia de la creciente cultura de la notificación en la industria”. Además, la última Memoria Anual de la Aesa advierte que no debe equipararse el número de notificaciones con el de sucesos, ya que varias denuncias pueden referirse al mismo incidente. En todo caso, resulta llamativo que los controladores acumulen 4.116 notificaciones -casi el 40% del total- en el año más duro para el colectivo, en guerra abierta con el Ministerio de Fomento. En 2009 sólo canalizaron 1.300 comunicaciones.
La Aesa entiende por suceso toda “interrupción del funcionamiento, defecto, deficiencia u otra circunstancia anormal que haya tenido, o haya podido tener, consecuencias sobre la seguridad aérea”. Estima la Agencia que “antes de que se produzca un accidente, suelen ocurrir incidentes u otro tipo de deficiencias que no siempre se detectan, y que revelan la existencia de riesgos para la seguridad”. Están obligados a comunicarlos tanto personas -comandantes, controladores, personal de mantenimiento, asistencia de tierra…- y organizaciones que puedan verse implicadas, siempre que el problema “ponga en peligro o, en caso de no ser corregido, pueda poner en peligro a las aeronaves o las personas”.
Poca distancia entre aviones
La Agencia contempla tres tipos de sucesos relacionados con el control del tráfico aéreo. La mayor parte de las notificaciones afectan a fallos del personal de control o del supervisor, e incluso problemas informáticos, del radar o la navegación por satélite. Por este concepto se contabilizan hasta 3.222 denuncias de las 4.116 totales, un 76,4%. El segundo problema más común es la pérdida de la separación establecida entre aviones, incidencia que acumula en el ejercicio 521 comunicaciones. Finalmente, se han producido 373 incursiones en áreas de movimiento. Precisamente ayer el BOE publicaba el laudo elaborado por Manuel Pimentel que pone formalmente fin al conflicto entre Aena y los controladores aéreos.
Y cerrado ese episodio, los trabajadores irrumpían el martes en el proceso privatizador de Aena con un preaviso de huelga que supondrá paros en cinco días de abril, tres de ellos en plena Semana Santa. También en mayo, junio y seis días de julio, coincidiendo con la ‘operación salida’ de las vacaciones de verano. Mouton achaca a la mala gestión de la compañía los recurrentes problemas laborales que caracterizan la última etapa. “Para solventar estas situaciones hay que saber gestionar y peor no se puede hacer. Quieren entregar la empresa limpia al que venga, pero aquí hay bichos. Algunos con más de 30 años en la empresa. Y eso que el presidente es un histórico de la casa”, se lamenta.
Desde el Ministerio, ni una mala palabra. La cabeza visible de la entidad pública empresarial, Juan Ignacio Lema, aseguraba ayer que no va a regatear esfuerzos para parar la huelga. El propio ministro, José Blanco, añadía que se alcanzará un acuerdo con los sindicatos para prestar el servicio dentro del nuevo modelo y, al mismo tiempo, respetar los derechos de los trabajadores. Precisamente hoy está prevista una reunión entre la dirección y el Comité de Huelga. “Si lo que dicen públicamente lo llevaran a la mesa de negociación,hace tiempo que todo estaría resuelto. Sin embargo, llevan tres meses engañándonos. Esa es la realidad”, subraya el representante sindical.