El aeropuerto de Badajoz pierde cerca de ocho mil pasajeros al año
Maleni visitando las obras de ampliación del aeropuerto de Badajoz
La crisis y los elevados precios de los vuelos vacían gradualmente el aeródromo pacense, que se encuentra entre los quince menos transitados del país
11.04.11 – 00:04 –
El aeropuerto de Badajoz se deshincha en pleno vuelo. Justo cuando empezaba a coger altura se ha visto obligado a realizar un aterrizaje forzoso y, aunque todavía no ha tocado tierra, parece que el descenso ha cogido su particular ritmo. El número de pasajeros es en este caso el indicador de la velocidad a la que cae el aeródromo pacense, el termómetro que mide su salud, y los datos no son nada alentadores. Este espacio pierde potencia, valorada en casi 8.000 viajeros de media por año.
En 2010 volaron 61.177 personas, 30.408 pasajeros menos que tres años atrás. Esto representa un 35% menos de tráfico, llegando a los niveles de los años 2002 y 2003. En 2007 el aeropuerto alcanzó una afluencia de 91.585 usuarios. Se trata de una cifra récord, ya que es la cantidad más elevada que se ha registrado, al menos, en la última década. Pero cuando se estaba consolidando como gran medio de transporte para efectuar viajes de turismo y de negocios, la crisis comenzó a golpear con fuerza. Y, desde entonces, la bajada de tránsito de público se produjo de modo gradual. En 2008 el número de clientes se situó en 81.010 y un año más tarde en 75.351, según datos de AENA.
Esta situación posiciona al único aeropuerto extremeño entre los 15 con menos tráfico de pasajeros de los 49 que existen en España.
Desde el aeropuerto de Badajoz se puede ir desde hace tiempo a Madrid y Barcelona, con dos vuelos diarios. Además, cuenta con otras rutas enfocadas a las vacaciones durante la temporada de verano, como Gran Canaria, Ibiza, Palma de Mallorca y Tenerife. En periodo estival también se encuentran los destinos internacionales París-Orly y Roma. Sin embargo, las dificultades económicas por las que están atravesando las empresas y el ajuste en los gastos domésticos son cada vez más incompatibles con los altos precios que tienen los vuelos que se ofertan. Comprar un billete de avión sin suficiente antelación puede salir muy caro. Reservar una plaza para ir a Madrid la próxima semana puede costar 300 euros. En cambio, si el viaje se hace en autobús o tren el desembolso no supera los 50 euros.
Para todos es momento de ahorrar. Las agencias de viaje de la ciudad lo saben. Los clientes que llegan buscando estos destinos vacacionales prefieren desplazarse desde Badajoz. «Nos piden el billete desde aquí porque el vuelo es directo y es más cómodo, pero cuando les decimos el precio, la gente pregunta por otro aeropuerto», explica Verónica González, agente de viajes de la agencia Zurbarán.
Cada vez son más los pacenses que desean viajar y lo hacen desviándose a otro aeropuerto. Los de Madrid, Sevilla y Lisboa son los aeródromos elegidos por los turistas de Badajoz. «Desde ahí los billetes salen mucho más baratos. Lisboa se está demandando ahora mucho, lo pide el cliente por la proximidad a la provincia y la comodidad. Los vuelos a Madrid o Barcelona se encarecen enormemente desde el aeropuerto pacense. Deberían bajar los precios para atraer a más pasajeros», manifiesta Eva María González, de la agencia Barceló. Esta asesora de viajes indica que mientras que durante los meses de julio, agosto y septiembre el tráfico de viajeros que registra este aeropuerto viene fomentado fundamentalmente por motivos turísticos, durante el resto del año los pasajeros que llegan y van lo hacen por razones laborales, ya que la mayoría son desplazamientos con intereses empresariales y de negocios. «El aeródromo de Badajoz se utiliza básicamente para viajes de negocios. En verano, en cambio, lo frecuentan más los turistas que quieren ir a las islas», agrega Eva María González.
Con ella coincide el taxista Antonio González. Este profesional asegura que la afluencia de clientes de taxis ha disminuido en los últimos tres años alrededor de un 40%. «Antes en la llegada de cada avión se cargaban unos 8 o 9 coches y ahora son dos o tres vehículos como mucho. Se nota que han descendido los viajes de empresa, ese perfil de pasajero ya no se ve tanto por aquí. Y muchos de los que llegan en avión lo hacen porque es un medio de transporte rápido, pero luego deciden regresar en autobús o tren. Y a los pacenses que viajan por placer o turismo les viene a buscar algún familiar en coche», subraya este taxista.
Es el caso de María Teresa, que utiliza solo ocasionalmente el aeropuerto. «Vengo unas tres o cuatro veces al año en avión. Sobre todo viajo en coche», concreta. «Poca gente usa el aeropuerto. En Extremadura no se han enterado de lo que tienen. Está muy bien, el único inconveniente es que el billete puede ser muy caro si no se adquiere con antelación», destaca.
Sin autobús urbano
El aeropuerto está situado a 14 kilómetros de la capital pacense. Para llegar hasta allí solo se puede hacer en vehículo propio o en taxi, cuyo servicio cuesta algo más de 18 euros. Para ello existe un parking y es gratuito. No hay, como en el caso de otras ciudades españolas, transporte público que facilite el acceso de los usuarios a la terminal. El autobús urbano no pasa por el aeródromo. El gerente de la empresa concesionaria que gestiona el servicio de Transportes Urbanos de Badajoz (Tubasa), Julián Pocostales, asegura que no hay suficiente demanda para establecer una ruta a este punto. «Quien va al aeropuerto lo hace en coche o taxi. Por el perfil de los usuarios, el autobús siempre iría vacío», asegura.
«Antes en la llegada de cada avión se cargaban 9 coches y ahora unos 3»
«Está muy bien, pero los billetes son caros si no se compran con antelación»