Barajas se enfrenta a la operación de Semana Santa con graves demoras
La T4 eleva sus retrasos al 40%
AENA alardea de que los retrasos en sus aeropuertos han bajado al 10% desde el laudo del control aéreo. Barajas, sin embargo, es la oveja negra, con un 30% de vuelos retrasados. Además, la joya del aeródromo de Madrid, la Terminal 4, eleva al 40% su índice de demoras a las puertas de la operación de Semana Santa.
Antonio Ruiz del Árbol – Madrid – 14/04/2011
La empresa propietaria de la red de los 47 aeropuertos públicos españoles y responsable de la prestación de los servicios de control aéreo, AENA, se enfrenta a la operación salida de las vacaciones de Semana Santa «con total tranquilidad y normalidad», según ha explicado un portavoz, quien aseguró que los índices de puntualidad de la red rozan el 90%.
Este dato, junto a la previsión de un crecimiento del 7% en el número de operaciones previstas para las próximas fiestas, que beneficiará especialmente a los aeródromos de tráfico turístico, marcan un arranque optimista de la temporada alta.
Las aerolíneas y los pasajeros, no obstante, no se encuentran tan confiados como la compañía aeroportuaria. Las razones de esta intranquilidad se encuentran en los severos problemas de puntualidad de los vuelos que durante todo el primer trimestre del año arrastra el aeropuerto de Madrid, eje, junto con Barcelona-El Prat, de los tráficos de conexión en el sistema aéreo nacional.
Las cifras de puntualidad de Barajas son tozudas y se niegan a mejorar incluso después de que en marzo se conociera el laudo dictado para el convenio colectivo de los controladores aéreos. Con oscilaciones, según los días, el aeropuerto de Madrid acumula un 30% de retrasos de media en sus operaciones de despegue desde el comienzo de año. Esta cifra es incluso superior, hasta el 32%, cuando analizamos la puntualidad en los aterrizajes.
Como hecho peculiar, se están produciendo desde el comienzo de 2011, pero especialmente desde el mes de marzo, una significativa diferencia entre las demoras que acumulan los vuelos de aquellas compañías aéreas que operan desde las instalaciones de la Terminal 4 (Iberia, Air Nostrum, Vueling, British Airways y el resto de las empresas de la alianza OneWorld), y los de las que embarcan a sus pasajeros desde las terminales antiguas del aeropuerto (Air Europa, Spanair, Air France, Lufthansa, Ryanair o Easyjet, entre otras). Mientras que algo más del 70% de los vuelos que parten o llegan a la T-1, T2 y T3 lo hacen con puntualidad (dentro de los quince minutos siguientes a la hora establecida para el despegue o el aterrizaje, en la modernísima T-4 esta cifra apenas alcanza el 60%. En estas cifras se mueven las operaciones de Iberia que durante la última semana se ha quedado tres días por debajo del 60%.
Averiguar cuales son las razones que impiden que Madrid-Barajas pueda operar con normalidad resulta una misión casi imposible. Este diario se ha puesto en contacto con las distintas empresas y los diferentes colectivos profesionales que tienen algún tipo de responsabilidad en una instalación que es clave para el buen funcionamiento del sistema aéreo español. Todos, sin distinción, reconocieron la existencia de problemas, pero se eximieron a si mismos de cualquier responsabilidad.
Las fuentes de AENA antes citadas aseguraron que «no tenemos ningún problema con los controladores aéreos que está trabajando con absoluta normalidad». Por su parte, fuentes del sindicato de controladores, USCA, dijeron que hace algunas semanas discutieron con la dirección de AENA algunos aspectos de la programación de trabajo del colectivo para el mes de mayo, pero «hemos alcanzado un acuerdo completo».
En Iberia, tanto los pilotos como la dirección de la empresa reconocen las serias dificultades por las que atraviesa la negociación del convenio de los tripulantes, pero el Sepla asegura que «si algún día optamos por la movilización será a través de una huelga legal». El presidente de la aerolínea, Antonio Vázquez, aseguró que está persuadido de que sus pilotos no mantienen una actitud de entorpecimiento de las operaciones.