Ruedan cabezas en EEUU por los controladores dormidos

Los cielos de Norteamérica han sido víctimas en las últimas semanas de una epidemia de controladores aéreos que se dormían en acto de servicio, obligando a varios aviones a aterrizar por sus propios medios. El escándalo resultante es inaceptable para un país obsesionado por su seguridad. Ya hay unos cuantos controladores suspendidos y este jueves se conoció la dimisión de Hank Krakowski, director de tráfico aéreo de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).

Randy Babbitt, administrador de la FFA, aceptó esta dimisión y a la vez trató de quitarle hierro, asegurando que Krakowski asume más responsabilidades de imagen que técnicas y fundamentalmente trata de tranquilizar al público. Pero este no puede estar muy tranquilo cuando por un lado en los aeropuertos se le somete a controles de seguridad exasperantes –la última es el cacheo en Nueva Orleans de una niña de 6 años, cuyos padres han puesto una denuncia-, y por otro se entera de que su avión puede estrellarse, no por la acción de un terrorista, sino porque el controlador aéreo se ha dormido.

El primer incidente salió a la luz hace sólo unas semanas, en el aeropuerto Reagan de Washington. Un avión comercial tuvo que tomar tierra ante el completo mutismo de la torre de control. El controlador trató de excusarse echándole la culpa al micrófono, que según él se le había estropeado. Al fin tuvo que acabar confesando que simplemente se durmió en plena faena.

Pero lo que inicialmente parecía un caso insólito acabó revelándose como una preocupante tendencia, en particular en los turnos de noche, cuando trabaja un controlador a solas. La FAA ha decidido doblar las guardias nocturnas (poner dos controladores en vez de uno)para prevenir males mayores. Pero justo cuando acaba de decidirlo, se constata que el problema también alcanza a los turnos de día. Este miércoles por la mañana se durmió otro controlador aéreo en Nevada, amenazando el aterrizaje de un avión que llevaba una persona gravemente enferma a bordo. Tuvo que aterrizar en Reno con la ayuda informal de un controlador de radar de California. El controlador aéreo de Nevada está suspendido y bajo investigación.

Es el quinto desde el incidente en el aeropuerto Reagan, que tuvo lugar a finales del mes de marzo. Otro controlador dormido fue en enero la causa de que casi chocaran en Nueva York un jumbo de American Airlines con 259 pasajeros a bordo y dos aviones de carga militares. En un solo año los errores de todo tipo de los controladores se han disparado un 51 por ciento a escala nacional, y todos los indicadores parecen apuntar la fatiga como causa mayor y principal de los incidentes.

La FFA anunció el mes pasado que iba a cambiar de arriba abajo las directrices de control del tráfico aéreo y que todo el sistema sería revisado minuciosamente. Por ejemplo se ha ordenado que los controladores de los radares que guían a los aviones cuando estos inician su descenso se aseguren de que las torres de control están preparadas. También se está estudiando cómo ofrecer a los pilotos vías alternativas de aterrizaje si por lo que sea la torre de control no les responde.