Controladores aéreos,  Portada

"Union busting" contra los controladores

1. Introducción:
Una de las acepciones del verbo inglés to bust es quebrar, así que una traducción para el término Union Busting puede ser “Quebrantamiento de sindicatos”. No es gratuito poner el término en inglés dado que esta práctica proviene del mundo anglosajón, concretamente de Estados Unidos, aunque últimamente parece ser que también se está aplicando extensivamente en Gran Bretaña y como veremos en muchos otros países como España.
Los empresarios tiranos consideran que un sindicato fuerte reduce los beneficios del negocio y por tanto hay que debilitarlo o simplemente destruirlo. La práctica del Union Busting persigue un único y exclusivo objetivo: la destrucción total y absoluta de un sindicato o, en su defecto, un debilitamiento tal que lo haga inútil e inservible. Buscan destruir el espíritu colectivo y la solidaridad entre los trabajadores, y harán absolutamente todo lo que sea necesario para conseguirlo, ya se legal o ilegal. Pero lo que destruyen en realidad es la seguridad de las familias afectadas y el bienestar de los trabajadores y con ellos, el bienestar de toda la sociedad. Están destruyendo vidas de personas.
El razonamiento que se esconde detrás de esta práctica es que los sindicatos son malos para el negocio porque reducen los beneficios y buscan mejoras laborales para los trabajadores: en sueldos, horarios, seguridad laboral, seguros médicos y de vida, etc. Además la protección que ofrecen los sindicatos también se extiende a trabajadores no afiliados beneficiándolos de todas estas mejoras. Una estadística de Estados Unidos deja claro que los trabajadores acogidos a sindicatos ganan de media 9.000 dólares más al año que los que no, y además tienen el doble de probabilidades de tener un seguro médico.
Otro de los paraguas de protección que ofrece un sindicato es la negociación colectiva, en la que el grupo en su conjunto es el que negocia y así es mucho más difícil presionar y amenazar a los trabajadores individualmente para que acepten condiciones de trabajo esclavistas.
Para llegar a darse cuenta de hasta qué punto estas actividades pueden ser destructivas, hay que mencionar el caso reciente de France Telecom, cuyos empleados durante el proceso de privatización de la empresa (al igual que la privatización actual de Aena) sufrieron una campaña de Union Busting que llegó a provocar el suicidio de varias decenas de empleados. La empresa de Union Busting que realizó la campaña en este caso se llama McKinsey, al igual que en el caso de Aena contra los controladores aéreos.

2. Manipulación del lenguaje

Un Union Buster o “quebrantador de sindicatos” nunca se llamará a sí mismo de ese modo, lo cual ya indica que hay algo que ocultar en su profesión. Siempre se llamará “consultor” o “asesor” con algún apellido: “consultor de recursos humanos”, “consultor de relaciones laborales”, “consultor empresarial”, “consultor laboral”, “asesor de estrategias laborales”, “asesor de relaciones laborales”, etc. Rimbombantes términos para intentar dar un halo de respetabilidad a una profesión cuyo cometido es rebajar la calidad de vida de las personas llegando a destrozarlas física y emocionalmente.
Los disfraces lingüísticos que utilizarán los “consultores” serán variados, por ejemplo “mejorar la gestión de la empresa”, “mejorar la gestión de los recursos humanos”, “optimizar el funcionamiento empresarial”, “mejorar la relación coste-eficiencia”, “garantizar la viabilidad económica de la empresa”, “garantizar la continuidad del servicio”, etc. Toda esta palabrería son eufemismos que ocultan la pretensión de empeorar las condiciones laborales de los trabajadores y facilitar despidos en masa.

3. Métodos del Union Busting

Dado que el impedir o restringir la libre sindicación es ilegal, los métodos empleados por los Union Busters son sutiles de cara al exterior y por tanto difíciles de demostrar ante la opinión pública y los tribunales, aunque muy evidentes para quien los sufre.
En el momento en que un “consultor” es contratado, éste se convierte en el director de orquesta, incluso por encima de los propios directivos de la empresa que delegan en ellos todas las acciones a tomar. A partir de entonces absolutamente todo se supedita al propósito prioritario de destruir a los trabajadores y su sindicato. Nada será casual ni dejado al azar, todo seguirá el plan trazado.
La primera acción que ejecuta un “consultor” es crear un clima de miedo en el colectivo de trabajadores. Miedo a expedientes disciplinarios, a sanciones, a traslados forzosos y a la pérdida del puesto de trabajo. Este clima pretende ir debilitando con el tiempo las defensas de los trabajadores e instaurar un clima de terror que bloquee el juicio y la capacidad de acción de los mismos por miedo a represalias.
En segundo lugar se les deniega absolutamente todo lo que piden en las negociaciones, es más, se incumplen acuerdos ya firmados y además se vulnera la ley al no conceder derechos básicos de los que disfruta todo trabajador.
Para llevar a cabo todas estas cuestiones normalmente se utilizan dos ramificaciones: por un lado abogados que hacen todo el trabajo sucio “legal” y, por otro, los mandos intermedios de la empresa de los que hablaremos en el epígrafe siguiente.
Este tipo de abogados que hacen el trabajo sucio legal, también se invisten de un halo de respetabilidad, pero a lo que se dedican es a negar sistemáticamente en las negociaciones cualquier petición de los trabajadores, por muy razonable que sea, y a “estirar” las leyes para incumplir normas y derechos establecidos, con el objetivo de que el trabajador tenga que enfangarse en innumerables, costosas y largas acciones judiciales para conseguir (en el mejor de los casos) que se le reconozcan derechos básicos tras unos agotadores pleitos legales y cuando ya el daño está hecho. La manera de actuar de estos abogados es negar todas las peticiones pero con unas formas exquisitas. El perverso trasfondo de esto es que un exabrupto o un escrito claro y contundente serían pruebas irrefutables de la mala fe que guía a esta gente, pero las buenas formas, aunque sean para hacer el mal, impiden la demostración de las malas intenciones, ¿quién puede juzgar las intenciones de otra persona y demostrarlas ante un tribunal?. De este modo se machaca la resistencia psíquica de los trabajadores y sus representantes.

4. Los mandos intermedios y el lavado de cerebro.

A los mandos intermedios en primer lugar también se les amenaza para que cumplan a rajatabla las órdenes de los “consultores” por muy ilegales y malignas que sean y se les obliga a que la campaña de Union Busting sea su prioridad absoluta. Su evaluación ante la empresa dependerá de si hacen bien o no su trabajo de destrucción, ya que en este último caso podrían ser despedidos y además no encontrar otro trabajo dentro de su ámbito laboral. Pero a cambio, y a diferencia de los trabajadores, se les prometen determinados beneficios económicos y de promoción interna en la empresa al final del camino. Se les dice que pasarán un período duro y difícil pero que al final tendrán una buena recompensa. También se les promete que la resistencia de los trabajadores decaerá con el tiempo y la vida será así más fácil para los mandos según vaya pasando el tiempo.
Además los mandos intermedios son sometidos a un intenso lavado de cerebro para evitar o disminuir al máximo el posible sentimiento de culpa por sus acciones, lo que pondría en peligro su utilización como armas de destrucción. El objetivo es el aumento del ego y la disminución de la autoculpa. Ejemplos de las cosas que se les dicen son:
– Eres una persona clave para la organización (¿no lo era antes cuando no contaban con él?).
– Para que esta “reorganización” salga bien eres imprescindible y tenemos mucha confianza en ti.
– En el siglo XXI un sindicato es algo obsoleto.
– Hoy en día los sindicatos son un refugio de vagos que sólo quieren privilegios y no trabajar.
– En los sindicatos sólo hay llorones y caraduras que impiden el funcionamiento normal y eficiente de la empresa.
– Las peticiones de los trabajadores ponen en peligro la sostenibilidad y viabilidad económica de la empresa y con ello tu puesto de trabajo.
– Lo que haces es algo absolutamente correcto y necesario.
– Los trabajadores te han declarado la guerra, te odian y te quieren destruir porque intentas gestionar bien.
Además, y dado que tendrán que hacer cosas ilegales, se les promete un apoyo continuo y sin fisuras por parte de la empresa, consultores y abogados.
También se les dice que si la productividad de los trabajadores es baja mientras dura la campaña de destrucción, la culpa no es suya, sino de éstos.

5. El caso de los controladores aéreos

¿Te imaginas ir a trabajar cada día recibiendo insultos en todos los medios de comunicación, que van desde extorsionador, secuestrador, tomador de rehenes, privilegiado e incluso terrorista? Si eres controlador aéreo en España eso es lo que desayunas todos los días desde hace más de un año. Pero el problema es que todo esto es muy difícil de imaginar, sino imposible, para alguien que no haya sufrido acoso laboral o mobbing, o que haya vivido una campaña de Union Busting, que son prácticas muy cercanas a las que casi sólo separa el que el mobbing se aplica a una sola persona, mientras que el Union Busting se aplica a un colectivo.
Leer la exposición general anterior sobre el Union Busting es ver un reflejo fidedigno de la campaña de destrucción del colectivo de controladores aéreos españoles. 
El artículo 37.1 de la Constitución Española dice:
“La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios”. Vemos pues que la negociación colectiva y la fuerza vinculante de los convenios son derechos reconocidos por la Constitución.
Pues el día 5 de febrero de 2010 el gobierno sacó un Real Decreto que dice lo siguiente en su preámbulo: “La principal fuente de las dificultades que afronta AENA a la hora de garantizar la continuidad en la prestación del servicio de tránsito aéreo deriva de la traslación del conjunto de las facultades inherentes al poder de dirección de la empresa a sus controladores que ha tenido lugar en virtud de los derechos reconocidos a éstos en el I convenio colectivo profesional suscrito en 1999”.
Es decir, que, según el gobierno, como la dirección de la empresa recae en los controladores aéreos (cosa absolutamente falsa), se saca un Real Decreto que les priva de unos derechos constitucionales como son la negociación colectiva y la fuerza vinculante de los convenios.
Después en otro alarde propagandístico el mismo Real Decreto dice: “No puede desconocerse que la modificación del régimen jurídico vigente que se acomete, de ser conocido con anticipación, podría generar el efecto indeseado de provocar conductas que podrían poner en grave riesgo la eficacia de la reforma misma, dadas las capacidades de presión absolutamente exorbitantes adquiridas por los controladores aéreos a través de la negociación colectiva que ya han sido descritas”.
Así que dado que los controladores tienen “exorbitantes” (más propaganda falsa) capacidades de presión adquiridas en su convenio colectivo, pues se cargan el convenio colectivo y de paso la Constitución.
Pero yendo aún más allá, vemos que la propia Constitución en referencia a los Reales Decretos dice en el artículo 86.1: “En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-Leyes y que no podrán afectar al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, a los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Titulo I, al régimen de las Comunidades Autónomas, ni al Derecho electoral general”.
Pues el Real Decreto de 5 de febrero contra los controladores aéreos afecta directamente a unos derechos recogidos en el Título I de la Constitución, como son la negociación colectiva y la fuerza vinculante de los convenios.
¿Fue recurrido el Real Decreto ante la justicia? Sí. Y el resultado fue que la Audiencia Nacional dijo textualmente: “ningún derecho fundamental es absoluto”, y asunto zanjado.
Después de ese Real Decreto inconstitucional, digan lo que digan determinados jueces muy bien elegidos, vinieron durante 2010 cuatro reales decretos más, varias órdenes ministeriales y una ley.
Sobre el derecho a la huelga la Constitución dice lo siguiente en su artículo 28.2: “Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad”. ¿Recuerda el lector la campaña mediática contra los controladores aéreos cuando en verano de 2010 se dio un mandato a sus representantes para que, si así lo consideraban, pudieran declarar una huelga, que es un derecho constitucional?. Si no lo recuerda el lector, aquí van unos recortes de prensa al respecto:

Un chantaje con 4,3 millones de rehenes

Los controladores reconocen que la huelga, que ya afecta al agosto turístico, es parte de la estrategia negociadora de los profesionales mejor pagados de la función pública
«Van a hacer que quiebre la primera empresa española: el turismo», resumía ayer certero el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, que coincide con el Gobierno, los hoteleros, los consumidores, las agencias de viaje y el resto de empresas ligadas de un modo u otro al turismo en la descripción de la huelga: «Es un chantaje que toma a millones de pasajeros como rehenes».
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Los controladores quieren guerra

03/08/2010 – AGENCIAS
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) señaló, antes de la votación, que la huelga tendrá graves consecuencias económicas para el turismo español y propuso que, para preservar el interés de los viajeros, los controladores sean sustituidos por sus homólogos extranjeros o militares.
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Bien, la Constitución dice: “La ley que regule el ejercicio de este derecho…”; lo que ocurre es que no hay ley que lo regule porque no interesa, así en las dos huelgas convocadas en 2010, primero de funcionarios el día 8 de junio de 2010 y después general el 29 de septiembre, los servicios mínimos a los controladores aéreos fueron del 100% e incluso se llamó a más gente para que trabajara esos días, en contraste con el 50% de servicios mínimos impuestos al resto de los trabajadores. Es simple y llanamente la eliminación de facto del derecho constitucional a la huelga de los controladores aéreos… y a reclamar al maestro armero.
Durante al menos el año 2006 la empresa McKinsey (la misma del Union Busting que llevó a los suicidios en France Telecom) estuvo contratada por Aena; desconozco sus actuaciones concretas y si esta empresa lleva actualmente la campaña de Union Busting contra los controladores aéreos, pero en todo caso es tristemente famosa por dedicarse entre otras cosas a esta actividad. El caso es que ahora haré una somera descripción no exhaustiva de acciones llevadas a cabo por la empresa Aena contra los controladores aéreos:
– Amenazas de sanciones continuas (miedo).
– En las negociaciones del 2º convenio colectivo, farsa de negociaciones habría que decir, las propuestas de Aena cada vez eran peores según iba habiendo reuniones, lo que denota que nunca hubo ninguna voluntad de llegar a un acuerdo.
– Instauración de “servicios express”, que significa que en cualquier momento te pueden obligar a ir a trabajar sin tener programado el servicio. Esto significa una disponibilidad del trabajador 365 días al año, 24 horas al día.
– Programación de hasta 28 días de trabajo en un solo mes.
– Recomendaciones veladas a los médicos de la Seguridad Social para que pongan dificultades a la hora de dar bajas a los controladores aéreos (hay cartas que lo prueban).
– Inspecciones de Sanidad instantáneas y reiteradas a los controladores que se dan de baja por enfermedad.
– Reducción de los tiempos de descanso durante la jornada de trabajo.
– Aumento de horas anual en un 45% (sin contar imaginarias y cursos), colocando la jornada de los controladores aéreos españoles muy por encima de la media europea.
– Eliminación de la jubilación anticipada a los 55 años. Este derecho lo tienen los controladores incluso en Estados Unidos, por no citar toda Europa y otros países como Australia, Nueva Zelanda o Canadá.
– Reducción del sueldo base (no horas extras).
– Manipulación de los datos de productividad como así reconoce Eurocontrol, para engañar a la opinión pública con respecto a los controladores.
– Retiro de decisiones operativas, como la determinación de la pista en servicio del aeropuerto, que en todos los países son atribución normal de los controladores.
– Denegación de permisos de guarda legal.
– Difusión de los turnos con tan solo diez días de antelación, lo que impide la conciliación de la vida laboral y personal.
– Adjudicación forzosa de vacaciones sin contar para nada con el trabajador.
– Aumento de la jornada máxima mensual a 200 horas, cuando el Estatuto de los Trabajadores señala 160 horas.
– Designación de servicios de imaginaria (disponibilidad programada) que si no se hacen efectivos entonces no cuentan ni en el cómputo de horas, ni son pagados.
– Designación de cursos que ni cuentan como horas de trabajo ni se pagan.
– Tener que devolver las bajas laborales en el resto del año.
– Tener que devolver las bajas por maternidad/paternidad en el resto de año.
– Tener que devolver las horas sindicales de los representantes en el resto del año (lo que dificulta la actividad sindical).
El arma de los medios de comunicación ha sido absolutamente esencial en el caso de los controladores aéreos y ha sido, durante años, un elemento completamente descuidado por éstos con unos resultados nefastos para su imagen. Eso le ha puesto tremendamente fácil las cosas a los Union Busters para diseñar una campaña mediática a largo plazo que se ha basado en los siguientes puntos propagandísticos:
– Los controladores aéreos hacen huelga continuamente cada temporada de verano, Navidad y Semana Santa.
– Los controladores aéreos están de huelga encubierta habitualmente.
– Los controladores aéreos toman de rehenes a los pasajeros continuamente para conseguir sus reivindicaciones.
– Los controladores aéreos a base de chantaje ganan unos sueldos escandalosos.
– Los controladores aéreos son unos privilegiados.
– Los controladores aéreos tienen una productividad muy baja.
– Los controladores aéreos no permiten que entren más controladores para así generar horas extras.
– Los precios de los billetes de avión son más caros por el sueldo de los controladores aéreos.
– Los controladores aéreos son los culpables de la deuda de Aena.
Como impresión general de todos estos puntos queda una sensación de inmoralidad extrema por parte de los controladores aéreos y que algo contundente hay que hacer contra ellos urgentemente y más en tiempos de crisis (la gran excusa de la crisis para quitar derechos a los trabajadores).
No me voy a poner a rebatir cada uno de los puntos anteriores porque no es el objetivo de este escrito, pero lo que es relevante es que todas estas mentiras han caído en el terreno abonado que supone una gente desinformada por la campaña mediática sutil repetida durante años y a la que no respondieron a tiempo los controladores. Esto ha generado un desconocimiento absoluto de la realidad y una predisposición que no sólo es contraria, sino que llega al puro odio irracional y fanático que no atiende a razones y explicaciones.
El artífice mediático en el conflicto contra los controladores aéreos (recordemos que absolutamente todo se subordina a los Union Busters, ministro incluido) ha sido el Ministro de Fomento, José Blanco y su campaña de asesinato social y mediático contra este colectivo. Veamos un ejemplo:
«ELADIO MEIZOSO (CADENA SER) 28-12-2009
¿Cuánto gana un controlador aéreo?
El ministro de Fomento, José Blanco, asegura que se trata de un colectivo privilegiado cuyos trabajadores cobran un mínimo de 370.000 euros anuales
No sólo es falso lo de los 370.000 euros como mínimo, sino que emplea la palabra-ariete propagandística más usada por el ministro y que ha sido incorporada incluso en los reales decretos: “privilegiados”. Lo curioso es que quien llama privilegiado a otros, en este caso el Ministro a los controladores, es alguien que se fija su propio sueldo y que paga menos que el resto de ciudadanos a Hacienda por sus ingresos. Además este ministro neoliberal llama “privilegios” a las bajas laborales, a las bajas por maternidad, a tener un tiempo libre asegurado y programado, a las vacaciones acordadas con la empresa, a un número máximo de horas acorde con el trabajo que se realiza, a que tu trabajo se contabilice como trabajo realizado, a los permisos por guarda legal, a las horas sindicales, etc.
En cuanto a los abogados que utiliza Aena para denegar, eso sí con mucha educación, absolutamente todo a los controladores aéreos en la farsa de negociación, son del despacho Cusan que en la presentación de su página de Internet dicen (Presentacin): “CUSAN ABOGADOS es un despacho especializado en todas las cuestiones de los ámbitos laborales y sociales, en los que brinda a las empresas una asesoría y asistencia integral”. “La profesionalidad y dedicación de sus integrantes, han permitido que CUSAN ABOGADOS haya estado presente en la solución de los más importantes procesos que, en materia de relaciones laborales (Expedientes de Regulación de Empleo, Convenios Colectivos, Reestructuraciones…), se han llevado a cabo en España en los últimos años”.Y en la parte de servicios señalan: “CUSAN ABOGADOS brinda un servicio de atención integral a todas las cuestiones relacionadas con el diseño general, definición y puesta en práctica de las estrategias empresariales en el área de gestión de sus recursos humanos”.
Como vemos aquí tenemos todas las características del cinismo y el halo de respetabilidad que emplean los Union Busters para describirse a sí mismos y a lo que hacen: “asesoría y asistencia a las empresas”, “atención integral”, “puesta en práctica de estrategias empresariales”, “gestión de recursos humanos”. Y además vemos como se jactan de su presencia en Expedientes de Regulación de Empleo, Convenios Colectivos, Reestructuraciones…, lo que traducido al lenguaje normal significa despidos y empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores.
Por último, en cuanto a la infiltración en el sindicato, no solo es que sea una sospecha, sino que ha salido en portada del diario nacional La Razón el día 11 de diciembre de 2010: “El Gobierno tenía «infiltrados» entre los controladores y conocía la rebelión”; “En el último mes recibió informes diarios de los servicios de inteligencia sobre las protestas que preparaban”; “Los militares de Torrejón fueron avisados el viernes por la mañana de que se preveía una crisis que estalló horas más tarde”. Es decir, que los Union Busters y el gobierno a su servicio iban por delante de los controladores en todo momento. Y para incidir más en esto, vemos que el día anterior al cierre patronal del día 3 de diciembre de 2010, se emitió un capítulo de la serie de Televisión Española, “Cuéntame como pasó” titulado “Calores de agosto”, en el que “casualmente” el argumento era que Antonio y Mercedes tienen pensado irse unos días a Mallorca, pero una huelga de controladores pone en riesgo sus vacaciones (Temporada 12, Capítulo 201). ¿Hay algún ingenuo que piense que es una mera casualidad?.

6. Conclusión

No sólo los controladores aéreos, sino la mayoría de los trabajadores en España están sufriendo un retroceso en sus condiciones laborales con la excusa de una crisis que ellos no han provocado. Los culpables de la crisis están machacando a la sociedad con la excusa de la crisis, lo cual es siniestro.
En el caso específico de los controladores aéreos tenemos cómo una empresa pública no sólo rentable, sino además estratégica para un país turístico como España, ha sido hundida en estos últimos años con obras “faraónicas” (término empleado por la anterior Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez) y ahora se privatiza con la excusa de que está hundida y es deficitaria. El precio que ha fijado el gobierno para la privatización es de entre 12.000 y 18.000 millones de euros, lo cual es un auténtico escándalo porque es un regalo. Sirva de ejemplo que tan solo el aeropuerto de Madrid-Barajas representa el 10% del PIB de la región de Madrid al año, es decir, más de 18.000 millones de euros.
Solamente en obras en aeropuertos durante los últimos años Fomento/Aena se ha gastado más de 19.000 millones de euros (ni están en esta cifra todas las obras ni todos los aeropuertos), así que todas las infraestructuras no pueden estar de ningún modo por debajo del precio de tan solo unas obras.
Durante estos años pasados del boom inmobiliario, ciertas empresas constructoras se han forrado con las adjudicaciones de obras en aeropuertos y ahora se van a quedar con el pastel que representan éstos. Para que el pastel les resulte muy rentable les han subido enormemente las tasas aéreas de aeropuertos, lo que ha provocado que en conjunto las tasas aéreas en España suban en 2011 un 4´8% http://www.aena.es/csee/ccurl/601/11…os%202011.pdf:
“El proyecto de Ley de Presupuestos contempla una rebaja de la tasa de ruta de navegación aérea del 7,8%, la congelación de la tasa de aproximación y una revisión de las tasas aeroportuarias, que supone una rebaja de las tarifas en 31 de los 47 aeropuertos de Aena y una subida sólo en los grandes aeropuertos, en los que se han realizado fuertes inversiones. El efecto total será una subida de las tasas aéreas del 4,8%, incremento moderado que se traducirá en un impacto de 60 céntimos por pasajero”.
¿Recuerda el lector lo que han estado diciendo durante un año el Ministro de Fomento y el Presidente de Aena sobre las tasas aéreas?: decían que iban a bajar y con ellas los precios de los billetes de avión, porque lo que las encarecía era el sueldo de los controladores; ver:
El ministro de Fomento, José Blanco, anunció este jueves que las tasas de navegación aérea se reducirán un 15% en dos años… (…)Blanco explicó que aplicará un recorte del 8% en las tasas el próximo año y otro 7% en 2012, lo que tendrá una «repercusión directa» en las compañías y en el coste de los billetes que pagan los ciudadanos.
El ministro de Fomento, José Blanco, quiere reducir un 15% las tasas de navegación aérea recortando el salario medio de los controladores hasta los 200.000 euros.
«Sólo así se puede reducir el déficit de Aena y las tasas de navegación»
El ministro de Fomento, José Blanco, ha anunciado que durante este primer trimestre del año abordará la negociación con el objetivo de reducir el salario de los controladores aéreos de los aproximadamente 330.000 euros anuales actuales hasta una media de 200.000 euros, lo que permitirá recortar las tasas de navegación aérea el 15%.
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El resultado es que se ha bajado la masa bruta salarial de los controladores aéreos de 700 millones de euros a 400 millones de euros y las tasas suben en 2011, dejando al descubierto las mentiras de estos personajes.
Privatización, negocios sucios, grandes intereses económicos, expolio al patrimonio de los españoles, recorte de derechos, terrorismo laboral y muchas, muchas, muchas mentiras; todo ello es lo que se esconde detrás de todo este culebrón de los controladores aéreos.
Vuelvo a preguntar: ¿Alguien conoce una privatización que no acabe en numerosos despidos y además en un deterioro y encarecimiento del servicio?.

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