AENA tiene los pies de barro
ABC. 12 Junio 11 – – Andrés Ayala
Tenemos el honroso mérito de ser el país que acumula más retraso en los aeropuertos y, según Eurocontrol, un grave riesgo de que nuestro espacio se vea gravemente afectado en el próximo verano, fundamentalmente por la falta de controladores aéreos y de capacidad de programación de AENA. Es gravísimo que un gobierno no tenga capacidad de reaccionar ante una nueva amenaza sobre uno de los pocos sectores que nos quedan para empezar a salir de la crisis. Pero es todavía más grave que cuando vemos que AENA engaña de forma consciente a Eurocontrol, aparentando un número de controladores operando que no tenemos, el Gobierno calle, consienta y no investigue. Hemos visto en los últimos meses que el ministro José Blanco presumía de haber resuelto la crisis de los controladores y, además, de haber abordado un nuevo modelo aeroportuario. Después de un año, vemos que nada de eso es verdad. Y aparece que AENA tiene los pies de barro, que su funcionamiento no es el adecuado, que su Plan Empresarial no resiste la menor crítica y que no tiene los mecanismos operativos y organizativos precisos para iniciar un cambio sustancial en su funcionamiento. Y ante todo esto cabe preguntarse, ¿cómo es posible que aun así el Gobierno insista en enajenar una parte importante de AENA, y cómo es posible que se sea tan contumaz en externalizar los servicios de control de las torres? Lo más benevolente que podemos pensar es que no saben hacerlo de otra manera. La casa hay que empezarla por los cimientos y con un proyecto aprobado. Cuando no se tiene modelo, cuando se dictan normas deslavazadas y cuando se improvisa permanentemente, el resultado no puede ser otro que el desmoronamiento del sistema. Ya no queda nada de aquella AENA, rentable, capaz de hacer infraestructuras sin aumentar su deuda y con un funcionamiento seguro y eficaz. Hoy, el organismo tiene 13.400 millones de deuda y es el peor de Europa en el servicio a los ciudadanos.