"La guerra desatada por los aeropuertos no rentables lleva a la ruina al turismo"
Cabeza visible de la aerolínea que transporta desde hace décadas a la mayoría de viajeros alemanes a las zonas de vacaciones en España, es una de las voces con más peso del sector turístico español.
Antonio Ruiz del Árbol – Madrid – 16/06/2011
El director general de Air Berlin en España y Portugal, Álvaro Middelmann, afirma que «la burbuja de la oferta aeroportuaria que se ha creado en España» pone al sector turístico español al borde del abismo. La multiplicación de pequeños aeropuertos «no rentables por toda la geografía española» esta creando «una oferta turística irreal». En base a la práctica de dar subvenciones y descuentos de tasas a aerolíneas para atraer pasajeros, estos pequeños aeropuertos, apoyados por las autoridades locales, «están inventando destinos que no tienen tirón; a largo plazo no logran su viabilidad y, entre tanto, debilitan otros destinos que son viables».
Middelmann critica proyectos «ridículos y hoy en ruina» como el del aeropuerto privado de Ciudad Real, o iniciativas «con serias dificultades aun antes de arrancar, como el aeródromo de Castellón». Pero estos dos casos «no pueden tapar desastres realizados con dinero público, como el aeropuerto de León. Se han gastado 30 millones de euros sin ninguna posibilidad de rentabilidad y sin el menor sentido».
Middelmann pone el caso de Galicia como ejemplo de «la incoherencia y el desastre» que ha provocado «la política de construir aeropuertos en todas partes». La existencia de tres instalaciones que compiten entre sí (Vigo, Santiago de Compostela y La Coruña) «solo ha favorecido la expansión del aeropuerto de Oporto» en el norte de Portugal. «El aeródromo de Lavacolla en Santiago debería concentrar los tráficos turísticos, lo que permitiría vender toda Galicia en cualquier parte del mundo a través de un destino con gran prestigio». El ejecutivo de Air Berlin completa su argumentación afirmando que «después, las buenas autopistas y las cortas distancias facilitan que el pasajero visite o elija el punto del territorio que le interesa».
«Vigo, aunque sea difícil de aceptar por sus autoridades locales, no tiene suficiente tirón como para ser un referente turístico en Europa y ni siquiera en España», dice Middelmann, «y las subvenciones que este u otro municipio puedan dar a algunas aerolíneas para que vuelen a su aeropuerto no logran cambiar esa realidad y, por el contrario, limitan las posibilidades y el crecimiento de aeropuertos que sí pueden ser referencia, como el de Santiago».
A su juicio, «este problema no solo se plantea en Galicia; lo mismo ocurre en el País Vasco o en Cataluña». En opinión del directivo de Air Berlin, la razón última que ha provocado este sinsentido es «la caja única con la que se gestiona la red de Aena que hunde la lógica de la competencia; no salva a los aeropuertos inviables y hace inviables a los aeropuertos rentables».
Middelmann repasa la «situación delicada» de algunos grandes aeropuertos españoles. «El Prat de Barcelona y Barajas en Madrid se han modernizado con inversiones multimillonarias, pero nadie quiere reconocer que se mantienen importantes cuellos de botella».
En El Prat, el problema son sus pistas. «Tiene dos, pero en realidad, cuando cambia el viento, opera solo con una». Además, la construcción de la T1, «que es un magnífico edificio», ha concentrado allí todos los vuelos, mientras que «el resto del aeropuerto está vacío». «Nadie parece haber pensado que era muy importante conectar ambas terminales y, a día de hoy, ir de la T2 a la T1 es una aventura».
En Barajas advierte de un problema similar: «El tren automático es eficiente, pero solo conecta la T4 con su satélite. Los responsables del aeropuerto dan por buena una solución que obliga a tomar una línea del metropolitano al viajero que llega de un largo viaje y tiene que trasladarse de una terminal a otra para hacer una conexión».
Middelmann denuncia que «el turismo español, en vez de desestacionalizarse, se concentra cada vez más en la oferta de vacaciones».