El PP revisará con lupa la privatización de los aeropuertos de Barajas y El Prat

La liberalización de Aena, que incluye la concesión de los aeropuertos de Barajas y El Pat y la venta a inversores privados de hasta el 49% de la matriz corre el riesgo de seguir el mismo camino que la de Loterías. Las razones serían las mismas que han acabado con la que pretendía ser la mayor privatización de la historia de España. Esto es, un precio pretendido por el Estado demasiado caro y, sobre todo, un freno político por parte del primer partido de la oposición.

Aunque la ministra de Economía, Elena Salgado, defiende a capa y espada que el primer capítulo de la operación -la concesión de los grandes aeropuertos de Madrid y Barcelona- mantiene su calendario previsto, es más que probable que decaiga. Según fuentes próximas al proceso, los inversores institucionales sólo estaban dispuestos a pagar unas seis o siete veces el ebitda (beneficio bruto operativo) de Loterías, mientras Aena pide por sus dos ‘joyas de la corona’ hasta 18 veces el ebitda.

Las mismas fuentes pronostican la huida de algunos de los aspirantes al concurso o, es otra posibilidad, la presentación de ofertas a la baja que lo hagan inviable.

Además, desde el Partido Popular ya han advertido de que si llegan a La Moncloa revisarán el proceso de arriba a abajo. Su responsable económico, Cristóbal Montoro, afirmó que su formación no puede fiarse de «procesos precipitados y sin garantías en un momento político inadmisible», por la cercanía de las elecciones generales.