Preocupación entre las patronales empresariales por cómo podría afectar el cambio de controladores al turismo
Maria José Real | Eivissa | 04/09/2012
El Consell y el sector empresarial pitiuso se mostraron ayer preocupados por las posibles repercusiones que los actuales 21 controladores aéreos afirman que podría tener en Eivissa la privatización de la torre de control. En esta misma línea, los actuales profesionales de la torre ibicenca explicaron ayer en Ultima Hora Ibiza y Formentera que todos han solicitado ser reubicados en otras torres de AENA y aseguraron que los nuevos controladores que vendrán a hacerse cargo de la gestión, de la empresa FerroNats, no están lo «suficientemente preparados» porque tienen menos meses y horas de formación. Asimismo, señalaron como posibles consecuencias un aumento de los retrasos y hasta incluso huelgas por las condiciones laborales que ofrece la nueva empresa a los profesionales.
Seguimiento
La consellera de Turisme, Carmen Ferrer, explicó ayer que la privatización de la torre de control «se tiene que seguir muy de cerca». «La verdad es que es un tema preocupante porque es una de las principales vías de entrada de turistas. Cualquier variación interna que haya no debería afectar al servicio, ni a la seguridad, ni a los usuarios», precisó Ferrer, quien afirmó que el Consell «vigilará» el proceso de privatización. «Parece que es más inmediato de lo que en un principio pensábamos [está previsto que la temporada que viene empiecen las ‘prácticas’ de los nuevos controladores] y, por ello, nos vamos a informar y a interesar por conocer en profundiad el proceso de privatización». La titular de Turisme en la máxima institución insular explicó que «solicitarán» a la nueva empresa «que el cambio en sí no afecre en absoluto a los usuarios y más en un aeropuerto como Eivissa».
Joan Bufí, vicepresidente de la CAEB, explicó que las «advertencias» de los controladores son un «toque de alarma» para las autoridades: «Son afirmaciones que tienen que preocupar a toda la Isla; las instituciones, en este caso el Consell, debe investigar el proceso de privatización». Bufí afirmó que es un «tema delicado» porque entran en juego «vidas humanas, la imagen turística del destino y el servicio en sí».
Para la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera (Fehif) es importante exigir la «máxima diligencia a Fomento y a Aena» para garantizar la seguridad «y el buen servicio», explicó Roberto Hortensius, presidente de los hoteleros. En esta misma línea, Hortensius recordó que el aeropuerto es el «principal punto de entrada de nuestro turismo», por lo que es importante «evitar a toda costa cualquier conflicto que afecte al buen funcionamiento, especialmente en los meses de temporada turística».
Todos los controladores aéreos de Eivissa piden ser reubicados en otras torres de AENA
Se desmarcan así de la gestión privada de FerroNats, que empezará la habilitación de sus controladores el verano que viene
Maria José Real | Eivissa | 03/09/2012
Los 21 controladores aéreos que trabajan en la torre de control de Eivissa finalmente abandonarán su trabajo en la Isla para ser reubicados por AENA en otras torres de control que sí se mantendrán bajo su gestión, como Barcelona, Madrid o Palma, dado el «incumplimiento» de la subrogación por parte de FerroNats, la empresa que se encargará de la torre de control de Eivissa, según informaron ayer desde el sindicato de controladores USCA. «No cumplen con el protocolo establecido en el estatuto; [las plazas] se tenían que subrogar en las mismas condiciones en las que estaban», explicaron ayer. Así, los controladores tenían que escoger si seguir trabajando con AENA, desvincularse de la empresa pública o empezar a trabajar para FerroNats.
El concurso público para elegir destino, según explicaron los controladores, se abrió hace dos meses y ya ha concluido. «Se trata de una decisión individual de cada uno de nosotros. Ya tenemos las plazas asignadas en otros destinos que sí están controlados por AENA», explicó uno de los profesionales que trabaja en la Isla, quien afirmó que con las condiciones laborales que la nueva adjudicataria les ofrecía se les ha «invitado» a irse. «La mayoría de nosotros llevamos muchos años trabajando en Eivissa y conocemos a fondo cómo funciona la torre de control de aquí; nos vemos obligados a emigrar porque está todo preparado por la nueva empresa para que nos vayamos», precisaron. Por su parte, AENA informó ayer que no tenían constancia de que ninguno de los trabajadores actuales haya pedido el traslado a otra torre de control.
Los profesionales que actualmente trabajan Eivissa afirman que los nuevos controladores de FerroNats no estarán lo «suficientemente preparados» para trabajar en un aeropuerto con tantos movimientos diarios como los que tiene Eivissa en verano. «Tienen cinco meses de preparación, cuando nosotros teníamos 22. Además el número de horas de habilitación [las prácticas que tienen que hacer antes de empezar a trabajar solos] es de 90 horas, cuando nosotros hemos hecho 180», explicó uno de los controladores de Eivissa. Así, los profesionales actuales serán los encargados de instruir a los nuevos empleados en un proceso de habilitación que durará entre tres y seis meses, según señalaron desde este sindicato profesional, y que arrancará el verano que viene, aunque no hay fecha concreta, precisaron desde Ferrovial. «Nosotros los habilitaremos y cuando ya lo estén, si es que lo merecen, nosotros automáticamente nos vamos y ellos entran», especificó un controlador aéreo de Eivissa. Por tanto, no habrá un periodo en el que los ‘antiguos’ controladores trabajen con los ‘nuevos’.
Los controladores de Eivissa afirman, además, que hay torres en las que ya se ha iniciado este proceso de habilitación con resultados que son «un absoluto desastre». En este sentido explican que las instituciones y el tejido empresarial de Eivissa «no son conscientes» de las repercusiones «económicas y turísticas» que puede tener un mal funcionamiento de la torre de control. «Habrá más retrasos y quizá huelgas, porque estamos hablando de controladores que van a ganar igual que un camarero de bar; esta gente tiene poco que perder», precisaron. Explicaron, además, que tienen constancia de que se quiere dejar para el final la liberalización de la torre de Eivissa por su complejidad.