Condenan al jefe de la torre de control de Palma por injurias a un controlador
Hugo Sáez / El Mundo Palma. 17/11/2012
La Justicia ha escrito un nuevo capítulo en la ya de por sí abultada historia de desencuentros entre AENA y los controladores del aeropuerto de Palma. En esta ocasión, el motivo de la discordia no está relacionado con los turnos de trabajo o con los abusos en los días libres, sino con una reunión de trabajo que acabó con el jefe de la torre de control refiriéndose a uno de los controladores de Son Sant Joan con insultos como «subnormal » y «gilipollas».
Los hechos tuvieron lugar en diciembre de 2011 y ahora, un año después, la titular del Juzgado de instrucción de Palma número 10, María del Carmen Abrines, ha condenado al jefe de la torre, Juan Antonio Domínguez, a indemnizar al controlador injuriado con 500 euros en concepto de «daños morales ». Además, también tendrá que abonar las costas del proceso y una multa de 600 euros.
La sentencia judicial -a la que ha tenido acceso este diario- considera probado que en el transcurso de una reunión en Son Sant Joan, a la que asistieron el condenado y varios inspectores y técnicos, se procedió a leer un informe elaborado por el demandante. Mientras uno de los inspectores leía en voz alta el informe, el jefe de la torre de control le interrumpió diciendo: «No hagas caso de las gilipolleces que ha escrito este subnormal».
Tras tener constancia de estas afirmaciones, el empleado, que no se encontraba presente en la reunión pero fue informado de lo que había sucedido, decidió acudir a los tribunales y a través de su abogado, solicitó una indemnización de 1.500 euros, cifra que la juez ha rebajado finalmente en su sentencia a la tercera parte, 500 euros. Por su parte, la defensa del condenado, que es el mismo abogado que utiliza el aeropuerto de Palma, solicitó la absolución de su defendido.
La resolución judicial califica los hechos como «una falta de injurias prevista y penada en el Código Penal», y que quedó «plenamente acreditada» durante el juicio. No obstante, el ahora condenado negó los hechos y trató de defenderse diciendo que «se trataba de una reunión informal donde se utilizaron expresiones coloquiales como ‘chorrada, gilipolleces’ ». Aún así, la juez no tomó en cuenta esta estrategia de defensa ya que varios testigos citados para declarar corroboraron la versión del denunciante.
La juez considera en la sentencia que la expresión utilizada por el condenado («no hagas caso de las gilipolleces que ha escrito este subnormal ») tenía «la sola intención de ridiculizar o molestar al denunciante », ya que no se justifica por el derecho de crítica «ni se mantiene dentro de los límites racionales y útiles de la libertad de expresión», continúa la sentencia.
A lo largo de los tres folios de los que consta la resolución judicial, la titular del juzgado 10 de Palma hace alusión también a «la clara intención que el condenado tenía de menoscabar la fama del denunciante». Y aporta un argumento que ayuda a entender aún más el caso. El clima de tensión y enfrentamiento que existía «al parecer » por el nombramiento de Juan Antonio Domínguez como jefe de la torre de control del aeropuerto de Palma.
El fallo deja claro que la sentencia no es firme y cabe interponer un recurso de apelación en el mismo juzgado donde se dirimieron los hechos. Para ello, el abogado del condenado dispone de cinco días desde su notificación para presentarlo, de lo contrario, la sentencia será firme.
Esta no es la primera vez –y todo apunta que no será la última– que los controladores de Son Sant Joan acuden a la Justicia para solventar sus problemas con AENA, aunque hasta ahora había sido por diferentes motivos. Nunca hasta la fecha se había producido un enfrentamiento con alguno de los mandos del ente aeroportuario.
Hasta ahora, los dos grandes puntos de fricción entre ambos mandos son los relacionados con los turnos de trabajo, los horarios de descanso y los turnos de cobertura obligatoria. Los controladores han interpuesto en el último año varias denuncias ante Inspección de Trabajo y hace alrededor de un mes cansados de la vía administrativa, decidieron denunciar a AENA por estos hechos ante los tribunales. Todavía no hay resolución.