Casi 13.000 millones de deuda de Aena bloquean el ofrecimiento de Fomento a las constructoras para que entren en su capital
ÁNGEL LASO D’LOM. Madrid. 8/12/2012
La deuda de Aena de 12.750 millones de euros al cierre del primer trimestre del año, y la conjunta de las seis mayores constructoras españolas, ACS, Ferrovial, Acciona, FCC, OHL y Sacyr, que se situaba en 44.608 millones en septiembre pasado, bloquean cualquier posibilidad de que estas empresas puedan participar en estos momentos en el capital de Aena, que la ministra de FomentoAna Pastor piensa abrir al sector privado en el primer semestre del año próximo, han asegurado fuentes del sector aeroportuario y de la construcción a este diario.
«Queremos que Aena cuente con socios españoles cuando en la primera mitad de 2013 lance el concurso público para buscar nuevos socios», declaró Pastor el pasado mes de noviembre en su intervención en la asamblea de la asociación de grandes constructoras españolas Seopan, delante de la mayor parte de presidentes de estas compañías.
La ministra dijo que posicionarse en el capital del primer operador mundial de aeropuertos permitirá a las empresas entrar en los 28 países en los que Aena está presente, ante un aforo en el que se encontraban el máximo ejecutivo de FCC y actual presidente de Seopan, Baldomero Falcones; el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, el de Sacyr, Manuel Manrique, el de ACS, Florentino Pérez, y el vicepresidente de Acciona, Juan Ignacio Entrecanales.
Sin embargo, desde distintas fuentes del sector de la construcción se considera que la fuerte deuda de Aena, la mayor de todas las empresas públicas, impide cualquier acercamiento y aleja el interés de las constructoras por participar en este negocio en estos momentos, a menos que desde la Administración se pudiera rebajar la deuda del operador de aeropuertos antes de su privatización.
Al cierre del primer trimestre de este año la deuda de las empresas públicas de la Administración estatal estaba en 34.048 millones de euros, con un incremento del 8% en un año y concentrada mayoritariamente en Aena y Adif. La primera, batiendo todos los récords de deuda de una empresa pública con 12.750 millones de euros y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) con 9.572 millones de euros.
Posibles presiones
No obstante, los constructores temen que a medida que se acerque el momento de la privatización de Aena, las presiones de Fomento para que entren en Aena pueden ir en aumento. Y el ministerio que controla Ana Pastor tiene en sus manos ahora mismo a todas las empresas constructoras del país, tanto por la rebaja de la licitación como por la grave situación, exactamente al borde de la quiebra, en que se encuentra el modelo concesional español de autopistas, donde están todos estos grupos, que a menos que reciba oxígeno de la Administración puede estar ya sentenciado de muerte.
La titular de Fomento, apremiada por la escasez presupuestaria que marca el Gobierno para controlar el déficit público, ya ha hecho suyo el discurso de la necesidad de incrementar las fórmulas de colaboración de la inversión privada en infraestructuras. De hecho, ha prometido convocar al sector constructor antes de que concluya el año para presentarles una cartera de proyectos que está pensando acometer en colaboración con ellos.
El otro grave problema es la propia situación del sector de las infraestructuras y sus mayores empresas, que aunque han conseguido rebajar sobre todo fuertes cantidades de deuda de los Ayuntamientos a través de los pagos a proveedores que puso en marcha el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, siguen teniendo un endeudamiento muy elevado.
En concreto, al cierre del tercer trimestre del año, las cinco mayores compañías del sector, todas ellas cotizadas, acumulaban una deuda conjunta de 44.608 millones de de euros, repartida de la siguiente forma: ACS, 9.214 millones; Ferrovial, 5.609; Acciona, 7.689; FCC, 7.241; OH,L 6.034; y Sacyr, 8.821 millones, unas cifras que son todavía muy elevadas sobre sus facturaciones y sus cifras de negocio.
A septiembre pasado los malos resultados de ACS y Sacyr por sus operaciones energéticas, en el primer caso Iberdrola y en el segundo Repsol, que las están produciendo graves minusvalías, se han llevado por delante los resultados del sector. Así Sacyr tuvo un beneficio neto atribuible de -701 millones y ACS de -1.099 y los del resto de las grandes, aunque positivos, tampoco fueron para tirar cohetes. FCC registró un beneficio neto atribuible de 40 millones, Acciona de 114, Ferrovial de 488 y OHL de 184 millones.
El camino de la internacionalización
El continúo aumento de la actividad internacional de estos grupos, con la que compensan la caída del negocio doméstico, y los resultados extraordinarios procedentes de la venta de activos, están manteniendo los resultados de estas compañías a duras penas.
Sobre todo la actividad internacional es la que está marcando el rumbo de estas compañías. Las seis grandes constructoras cotizadas contaban a cierre de 2011 con una cartera de obras para ejecutar fuera de España por valor de 72.275 millones de euros, importe que casi triplica (+161,7%) al de un año antes. Dato que contrastaba además con el descenso del 17% que acumulaba la cartera de obras de estas empresas en el mercado nacional, hasta situarse en 19.493 millones de euros.