La incomprensible actitud de ENAIRE hacia sus controladores aéreos
REDACCIÓN 28/9/2015 Incomprensible. Así tildan expertos del sector incluso dentro del propio ente la actitud de la dirección con respecto a sus trabajadores. Un conflicto reactivado por la recientemente cesada Directora de RRHH de ENAIRE, Maite Calleja, sancionando a 61 controladores después de que los juzgados los hayan eximido de responsabilidad, y del que tanto el nuevo Presidente de la empresa pública, Angel Luis Arias, como la nueva Directora de RRHH, Lourdes Mesado, no parecen saber o querer salir.
La Secretaria de Estado de Transportes, posible foco del problema
Y es que ya lo apuntaban fuentes del sector: el ascenso por parte de la Ministra de Fomento, Ana Pastor, de la anterior Directora de Navegación Aerea con el Gobierno del PSOE, Carmen Librero, a Secretaría de Estado de Transportes, no presagiaba precisamente una normalización de las relaciones con los controladores aéreos. Hay que recordar que Librero era en 2010 la máxima responsable de Navegación Aérea y, por tanto, de la imprevisión en el cálculo de la jornada de los controladores aéreos, que desembocó en el caos aéreo y que dejó a miles de pasajeros en tierra y a los controladores privados de derechos, para garantizar, manu militari, la continuidad del servicio. Mientras Aena, en Nota de Prensa, afirmaba aquellos días de 2010 que ningún controlador superaba el limite legal para seguir trabajando, la propia Librero solicitaba a la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) una ampliación de jornada, que le era denegada. La trama de Librero fue desvelada por el juez Vázquez-Taín, al tiempo que aseveraba que el despido del controlador Marco Enríquez “se basaba en hechos irreales”.
Así, el Ministerio de Fomento se ha movido en estos tres años entre las declaraciones conciliadoras de la ministra Pastor con el colectivo de controladores de cara a la prensa, y las posturas absolutamente inflexibles de ENAIRE. Una aparente esquizofrenia política que ha llevado al sector a un escenario de conflictividad innecesario y aparentemente irresoluble.
Unas relaciones laborales judicializadas
La superación de este escenario de conflictividad no parece factible en el medio plazo, ya que las posturas inamovibles de la parte empresarial en la mesa de negociación sobre cualquier asunto que afecte a las relaciones laborales con sus controladores, lleva a que cualquier tema por pequeño o evidente que sea, acabe en los tribunales. La judicialización de las relaciones laborales es total, y las constantes referencias en las notas de prensa de ENAIRE a dichas cuestiones judiciales no hace prever ningún cambio a este respecto.
La solución, fácil… y beneficiosa para ENAIRE
Lo incomprensible de la situación, es que lo que reivindican los controladores con las nueve jornadas de huelga que han tenido en jaque al sector turístico español, no tiene nada que ver con ningún reclamo de mejora de sus condiciones laborales. Las peticiones de los controladores se resumen en dos puntos: retirada de las sanciones a 61 controladores del ACC Barcelona a los que la justicia ya ha exonerado por los mismo hechos, y la readmisión del controlador despedido en el TACC de Santiago hace ya cuatro años, despido del que la Justicia ha afirmado de forma indudable que estuvo basado en “hechos irreales”.
Si desde el punto de vista laboral resulta poco comprensible el conflicto, desde el punto de vista de gestión empresarial es aún más sangrante. Desde la dirección de Recursos Humanos de Enaire en Barcelona se envían casi a diario mensajes a los controladores solicitando voluntarios para cubrir necesidades de servicio, por la escasez de efectivos en ese centro de control. Resulta cuando menos paradójico, que se impongan sanciones de empleo y sueldo, empeorando más aún la deficiencia de efectivos y desmotivando a los trabajadores que pudieran colaborar a cubrir necesidades de servicio. Tampoco parece que, a quien toma decisiones en el ente, le preocupen las secuelas y la falta de confianza que estas sanciones puedan dejar en la futura relación Enaire-Controladores. Es lo que tiene “estar de paso” ocupando un cargo en un Ente Público: al final, las consecuencias las sufren quienes se quedan trabajando.
Unos paros que ENAIRE podría haber evitado
De este modo, las numerosas reuniones del Comité de Huelga en las distintas jornadas de paros parciales convocadas por el sindicato de controladores USCA, han resultado estériles. El gestor público no ha movido ni un ápice sus posiciones y no ha entrado a valorar siquiera la posibilidad de negociar sobre la retirada de sanciones e incluso ha amenazado con imponer nuevas sanciones en otras dependencias. Como último hito en esta sucesión de improbables piruetas, la empresa rechazó la propuesta del sindicato de desconvocar el paro del día 26 para seguir reunidos en busca de una solución global. El resultado de este rechazo lo sufrieron los numerosos pasajeros, sobre todo en Barcelona, que sufrieron retrasos de más de una hora y que convirtieron a España en el generador de hasta un 21% de las demoras a nivel europeo ese día.
Nuevos paros el día 3 de octubre
Así, la nueva fecha a fijar en el calendario es el 3 de octubre. Ese día, los controladores aéreos están convocados a la décima jornada de paros este año, y se podrían producir importantes retrasos en cadena que, aún con unos servicios mínimos que son a la vez máximos, puede llevar a compañías aéreas y pasajeros a retirar su confianza en el sector turístico español, en absoluto auge después del mejor verano de su historia.
De por medio, otra reunión Enaire-Controladores el próximo miercoles 30, cuyos frutos dependeran de la verdadera voluntad de negociar por parte de Enaire. Aunque el ente habla públicamente de diálogo, ningún medio de comunicación ha logrado averiguar en qué consisten hasta ahora sus propuestas. Si el conflicto no se resuelve, los controladores ya han avisado de que seguirán movilizándose en defensa de sus compañeros con paros que podrían llegar a ser de 18 o 24 horas. En manos del Ministerio está.