Sustos entre aviones y drones
CARMEN JANÉ, 28/5/ 2016. El informe de un avión de Lufthansa sobre un posible avistamiento de drones en la cabecera de pistas del aeropuerto de Loiu, en Bilbao, se considera el incidente más grave con este tipo de aparatos en España, pero no es el único.
El caso de un vuelo de Air France procedente de Barcelona que se topó con un dron en el aeropuerto Charles de Gaulle en París, el pasado febrero sin embargo, se mantiene como el incidente registrado más grave puesto que el dron pasó a cinco metros del ala, según el comandante del vuelo.
La aviación francesa (BEA) también recuerda un incidente en el que un dron perdió el control y planeó a la deriva durante 200 kilómetros en Francia y Bélgica antes de estrellarse.
En Santiago de Compostela, en Navidades, otro avión reportó la entrada de un dron en su espacio aunque el piloto descendió con normalidad. Así lo cuenta Susana Romero, secretaria de comunicación de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y controladora en Santiago. “El piloto lo notificó enfadado pero no tuvo que modificar su trayectoria”, explica, y recuerda que cualquier actor debe notificar su posición en el espacio aéreo, incluidos paracaidistas o fuegos artificiales.
“Una colisión con drones o pájaros podría suponer la pérdida de control del aparato, pero lo que está claro es que es un momento de estrés en operaciones que ya suponen mucha carga de trabajo en cabina. Por una bandada de gansos se produjo aquel aterrizaje de emergencia de un avión en el río Hudson”, recuerda Romero.