Controladores aéreos exhaustos ante un verano de récord

EDITORIAL, 11/7/2016. Ciclos de trabajo imposibles, servicios express sin previo aviso, cambios de turnos el mismo día, reducciones de jornada denegadas, sobrecarga de trabajo en sectores de control y aeropuertos, etc. La lista es interminable y deriva de una insuficiencia de plantilla que ENAIRE (antes AENA) lleva arrastrando desde hace más de 15 años.

3 días libres en 29 días

Y de esa manera se dan situaciones como el de una controladora aérea de uno de los centros de control españoles, a la que le han programado sólo 3 días libres de 29. Y no es un caso aislado. La situación latente en las diferentes dependencias de control del país es insostenible. Y lo peor es que no tiene trazas de mejorar, sino al contrario: las 39 plazas convocadas por el Ministerio de Fomento para controlador aéreo no son sólo manifiestamente insuficientes, sino que encima llegan muy tarde. Estos controladores de nuevo acceso no llegarán a sus dependencias como mínimo hasta finales del 2017.

Y no es porque no se haya avisado. El sindicato que engloba al 90% de estos profesionales, USCA, lleva años intentando hacer ver a medios y autoridades que esto iba a pasar. Llevados por la guerra absurda del ex-ministro socialista José Blanco contra los controladores, de la que todavía quedan muchos flecos (y muy importantes) por cerrar, tanto medios -no todos, afortunadamente- como políticos, han hecho oídos sordos a los avisos, de tal manera que ahora nos encontramos con un verano de récord y unos controladores que si ya han llegado agotados al período estival, se ven abocados a pasar más tiempo en el puesto de trabajo que en sus casas. Con vacaciones limitadas, sin poder disponer de un mínimo tiempo libre para pasar con sus familiares y amigos, con sobrecargas de tráfico cada vez que van a trabajar, y con una gestión que más que velar por la seguridad de los aviones que surcan el cielo, parecen más preocupados por cuadrar una cuenta de resultados que pesa sobre las espaldas de unos trabajadores acosados, muchos de ellos aún imputados por algo que no hicieron, desmotivados y exhaustos.

A dios rogando…

Y es que ENAIRE, en un acto de descaro sin par, no hace más que enviar mensajes de peticiones a los controladores para que acudan en su escaso tiempo libre a realizar servicios de horas extraordinarias. Y si no los consigue, nombra a esos mismos controladores con servicios express de cobertura obligatoria. En el día del bautizo de su hija, por ejemplo. Da igual. Todo vale.

Pedir colaboración con una mano mientras acosas a tus trabajadores con la otra no parece ser la mejor política empresarial, sobre todo teniendo en cuenta que estos profesionales tienen en sus manos miles de vidas y en teoría (así es en el resto de Europa) deben estar descansados y, si puede ser, satisfechos con el trabajo que hacen.

Verano de récord

Así es como afrontamos el mejor verano en número de turistas de la historia, con subidas de tráfico de más del 10% en varios aeropuertos, y de los que depende gran parte de la recuperación económica de este país. Tanto es así, que la ministra Ana Pastor ha abierto expediente a Vueling por las continuas cancelaciones sufridas por la mala planificación de la aerolínea (Fomento abre expediente a Vueling por el caos en el aeropuerto de Barcelona) y ha mantenido una reunión con el resto de operadores aéreos para exigir que algo así no pueda volver a repetirse.

Curioso cuando estamos a las puertas de que ocurra algo similar pero con los propios trabajadores de ENAIRE, a los que ya no se les puede exprimir más. Nos espera un verano calentito sin duda.