Ryanair secuestra las vacaciones de más de 300.000 europeos
Más de 50 vuelos al día cancelados sin previo aviso, mails de última hora, excusas poco creíbles… Este es el escenario que se encuentra todo aquel que haya comprado un billete para volar con Ryanair durante estos días.
La situación es kafkiana: las vacaciones de cientos de miles de europeos peligran, así como las economías de aquellos destinos que se están viendo afectados. El gigante del Low-Cost, con su extravagante presidente (Michael O´Leary) a la cabeza, trata de zafarse de las multimillonarias indemnizaciones a las que se puede enfrentar por su falta de previsión echando balones fuera: mejora de la puntualidad, huelgas de controladores inexistentes, vacaciones imprevistas de su personal…
Falsas excusas
Tanto los pasajeros de la aerolínea como el resto de actores del sistema aeronáutico europeo llevan días oyendo, asombrados, las nuevas ocurrencias diarias de los responsables del desastre: Primero, achacaron la necesidad de cancelar los vuelos para mejorar su índice de puntualidad, que había bajado, según datos de la propia operadora, del 90 al 80% Obviamente este anuncio no convenció a nadie, porque a nadie se le ocurre salir a campo abierto a decir que la solución a la impuntualidad de sus vuelos es cancelarlos.
Más tarde, la mala meteorología y las huelgas de controladores, siempre tan a mano en las excusas de la aerolínea, fueron las siguientes excusas. Cabe destacar esta última: causó especial sorpresa, sobre todo entre los colectivos de controladores aéreos europeos, achacar las cancelaciones del día 15 a una huelga general en Francia que terminó el día 12. Aparte, la DGAC francesa había negado la necesidad de cancelar vuelo alguno debido a esta huelga, por lo que el intento de engaño quedó más al descubierto aún.
Y vamos acercándonos a la razón real, aunque no del todo: la repentina necesidad de pilotos y tripulantes de cabina de cogerse vacaciones todos a la vez. La imprevisión de las vacaciones de la plantilla se acerca a la razón real, decimos, porque lo que parece que realmente está ocurriendo en Ryanair es que al menos 180 pilotos le han dado portazo a la compañía para irse a la pujante Norwegian, y una sentencia le ha dado la razón a los tripulantes de vuelo a la hora de poder disfrutar ahora sus vacaciones, denegadas durante todo el verano por la Dirección de la compañía irlandesa.
Es el segundo varapalo que sufre Ryanair en pocos meses, después de la sentencia europea que impide que pueda considerar a todos sus trabajadores bajo la legislación laboral irlandesa, mucho más laxa en lo que a derechos sociales se refiere.
Silencio de Airlines For Europe
Destaca también en toda esto el silencio del lobby de las principales aerolíneas europeas, A4E (Airlines For Europe, asociación de aerolíneas a la que pertenece Ryanair), tan dispuestas a arremeter contra las huelgas del personal aeronáutico -que suelen afectar a muchos menos pasajeros-, y que en este caso se mantiene al margen de una situación generada en su propio seno.
Lo único que hemos sabido de ellos es por este intercambio de mensajes en Twitter, en el que demuestran un nulo interés por la suerte de los cientos de miles de pasajeros y sus vacaciones o viajes de trabajo: