La seguridad aérea en EEUU, en jaque por el cierre del Gobierno
Casi un mes trabajando sin cobrar. Así están los controladores aéreos estadounidenses, que, junto al resto de 800.000 empleados federales sufren las consecuencias de un pulso político en el que nada tienen que ver, y que se extiende ya más que cualquier otro «cierre» de la Administración norteamericana.
El empeño obsesivo del Presidente Donald Trump por construir un muro que separe EEUU de México para evitar la entrada de inmigrantes le ha llevado a preferir forzar esta situación a permitir que el Congreso, ahora con mayoría demócrata, echara abajo su proyecto personal.
Pero las consecuencias van mucho más allá de un puro problema político: los controladores aéreos y el resto de personal crítico de los aeropuertos americanos empiezan a sufrir en sus trabajos y en sus vidas personales las consecuencias de no cobrar su nómina quincenal y, por lo tanto, no poder hacer frente a sus responsabilidades económicas.
El Presidente del sindicato USCA, Pedro Gragera, ha escrito una carta en nombre de los controladores aéreos españoles, exigiendo la reapertura del Gobierno y el cobro de sus nóminas por parte de nuestros compañeros y compañeras estadounidenses, así como denunciando la merma en la seguridad aérea que supone el trabajar sin las debidas ayudas del personal de asistencia técnica o de los inspectores de seguridad en vuelo.